La mente de Carlos Marquerie, fundador de la red Sunn (Startup Neural Network) parece un laboratorio de ideas, en el que si guarda silencio le salen letreros o mímicas que transmiten lo que durante mucho tiempo ha logrado.
Cerca de 30 años para ser específicos, buscando entender por qué evolucionan tan rápido países pequeños como Singapur o Finlandia, o cómo logra Israel con ocho millones de habitantes impactar al mundo entero y crear el segundo centro de innovación más grande del planeta.
Respuestas que busco entre viajes, estadías y experiencias con empresarios, estudiantes, fondos de capital y start-ups, de varios continentes.
Hasta que por fin la encontró, escondida en un ecosistema en el que las personas, por ejemplo, están creando un modelo de almacenamiento energético que pueda hacer ganar millones de dólares o mecanismos de tecnología que transforman la realidad.
“Entendí que una cosa es emprendimiento y otra muy distinta es innovación. El primero hace referencia a una acción social, que genera empleos, el segundo es cómo ser diferente de los demás, cómo inventar cosas que aumenten la economía”, señaló Carlos Marquerie.
El fundador de la red Sunn, es un español reconocido en el ámbito de la tecnología, la innovación y la academia, llegó hace poco hasta Colombia con un propósito claro: presentar el proyecto principal de su compañía 4i, una especie de LinkedIn de la innovación, en el que se integren e interactúen empresas, start-ups, fondos de capital de riesgo y academia.
Este es un proyecto que ya ha sido exitoso en Nueva York, Europa, Asia, Singapur y Latinoamérica, gracias a que une a los agentes del sistema con las tres áreas de la innovación, que son descubrimiento, interacción y colaboración. Nació después de que Marquerie descifrara la clave del éxito de Israel y Singapur.
“Ellos tienen un modelo que permite organizar familias de innovación bajo un lenguaje que alcanza a conectar al mundo entero. Está conformado por ciencias de la vida, ciencias de la salud, energía, medio ambiente y tecnologías de información y comunicaciones. Con este entorno empezamos a trabajar con científicos del mundo para desarrollar una especie de sistema neuronal en donde nos permitiese agrupar a los protagonistas” refirió.
Pero no todas las start-ups pueden hacer parte de esta plataforma, el CEO de la compañía dejo claro que existen algunos parámetros para integrarse. “El requisito es que las empresas tengan ideas que las hagan competitivas, deben tener patentes. No estamos hablando de pequeños emprendimientos, estamos buscando organizaciones ya formalizadas con conceptos robustos. Necesitamos compañías que sean de base tecnológicas, que sean interesantes y grandes” sostuvo.
Agregó además que estudios de la academia han establecido que las transacciones de Europa y Estados Unidos en innovación abierta son de US$2,7 billones y que sus competidores solo hacen el 5% de lo que ellos ofrecen.