El pasado 20 de julio se conmemoró un año más de la exitosa misión espacial Apolo 11, considerada para muchos, el mayor logro del siglo XX.
Un viaje lunar que duró un total de ocho días: cuatro de ida, casi uno sobre la superficie lunar y algo menos tres días para regresar al planeta Tierra ¿bastante tiempo verdad?
La tripulación estaba conformada por el comandante de la misión (primer hombre sobre la Luna), Neils Armstrong; le siguió el comandante del módulo de aterrizaje (segundo hombre en pisar suelo lunar), Buzz Aldrin; y el piloto que orbitaba en la nave espacial Columbia, Michael Collins. Estos hombres, que fueron los artífices del gran hito de la humanidad, tuvieron que someterse a rigurosos exámenes para considerarse aptos.
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ALIMENTACIÓN ESPACIAL
Es así, que su desempeño durante la misión, no solo dependía de sus conocimientos, sino también de su alimentación. Para ello, un laboratorio asociado a la agencia espacial NASA, se contactó con Nestlé, para que le diseñara alimentos con requisitos especiales. Por ejemplo en condiciones de microgravedad algunos alimentos dejan migas, o las bebidas dejan gotas que pueden flotar en la cabina pudiendo dañar los equipos. Además los astronautas tienen cambios fisiológicos durante y después de los vuelos, algo a lo que la alimentación espacial debe enfrentarse como un reto.
NESTLÉ Y SU MISIÓN CON APOLO 11
Según un informe del portal InfoRetail, las migajas son un elemento no definido en el espacio, que no solo causan molestia, sino que por ingravidez en la cápsula espacial puede meterse en los ojos de los astronautas o, peor aún, ir hacia los paneles eléctricos y provocar un incendio.
Sumado a ello, los alimentos debían tener un cierto valor nutricional y, contener una cantidad fija de grasa y ser apetitosos.
Con todas estas especificaciones Nestlé aceptó el desafió y preparó una serie de productos que detallamos a continuación:
– Cubitos espaciales de Nestlé: hechos completamente de productos naturales concentrados, se presentaron en cuatro sabores fresa, cacahuate, coco y chocolate. Eran lo suficientemente pequeños para comerlos de un solo bocado.
– El café Taster’s Choice, también estuvo en el menú de los astronautas. Este producto fue un verdadero desafío, pues la reducción de la presión del aire en la capsula espacial significaba que el agua hervía a una temperatura más baja, lo que hacía más difícil de lo normal que el café se disolviera.
NESTLÉ TAMBIÉN ALIMENTÓ A LA MISIÓN SOLAR IMPULSE
La multinacional Suiza de alimentos y bebidas, unas décadas más tarde de haber participado en la misión Apolo 11, apoyó también el Solar Impulse, el primer intento de volar alrededor del mundo en un avión con energía solar, desarrollando comidas y snacks pensados para los pilotos.
De la misma forma, mientras volaban los pilotos comían alimentos nutricionalmente personalizados, todos investigados, desarrollados y suministrados por Nestlé, desde risotto de hongos y gratinado de patatas hasta yogures y cereales.
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