Los supermercados son lugares especializados en donde nos pueden vender lo que sea, a pesar de que no lo necesitemos. Son prácticamente nulas las veces que salimos de un local sólo con el producto que teníamos pensado comprar.
Según los expertos en neuromarketing -la estrategia de mercado que se utiliza para que los clientes compren más-, el 55 por ciento de los productos que compramos los elegimos en el mismo momento en el que lo vemos.
Esta cifra pone de manifiesto que, no importa cuánto planifiquemos nuestras compras, porque siempre llevaremos un producto que no teníamos previsto en la lista.
La pregunta más importante es, ¿cómo hacen los supermercados para lograr este efecto? La respuesta es una serie de tips interesantes que, sin darnos cuenta, toman el control de la situación de compra cotidiana.
Uno de los elementos claves para cautivar a los clientes es a través de los sentidos, principalmente el olfato, ya que puede impulsar las ventas entre un 30 y un 40 por ciento. El olor a pan, por ejemplo, es uno de los infaltables, ya que abre el apetito e incentiva a comprar más.
Otro recurso importante a la hora de persuadir sobre la compra de las personas es la música. Aunque parezca raro, las melodías hacen que la gente compre al ritmo de las mismas. Si el supermercado está lleno, se suele usar un ritmo musical que favorezca las compras rápidas y, por lo contrario, si está vacío, se reproduce un tono musical tranquilo y suave, con el objetivo de que los consumidores permanezcan en el lugar por más tiempo.
En el libro “El lavado de Cerebro de las Marcas”, del experto en neuromarketing Martin Lindstrom, destaca que nuestros gustos musicales son desarrollados desde el vientre y las grandes compañías ahora tratan de fidelizar a través de la música a sus futuros clientes. La idea es crear una sensación placentera en mujeres embarazadas; cuando sus hijos nazcan y crezcan, va a percibir la misma sensación en los establecimientos de la empresa.
Un técnica es poner los productos a la altura de los ojos, se ha demostrado que al poner productos que se encontraban al nivel de los pies, se ha logrado hasta un aumento del 80% en las ventas de determinada marca. Esta es la razón por la cual siempre se ubica al nivel de los ojos aquellas marcas más caras o las más rentables de determinados artículos.
Finalmente otra estrategia creada para engañar nuestros ojos. Las luces son usadas en las secciones de alimentos perecederos buscando dar una percepción de frescura. Generalmente se usan luces fluorescentes en diferentes tonalidades según el objetivo. También se usa la luz con el objetivo de dar sensación de elegancia o valor a ciertos productos. Es un truco que no puede faltar según los expertos.