Durante el primer trimestre fiscal de Nike, el cual finalizó el pasado mes de agosto, la empresa obtuvo un beneficio neto de 1.874 millones de dólares o 1,16 dólares por acción, lo cual representa un aumento del 23% respecto al mismo periodo del ejercicio del año anterior.
Por su parte, John Donahoe, presidente y consejero delegado de Nike, dijo que los resultados alcanzados en el trimestre se deben a la conexión que existe con los consumidores, por la constante innovación, así como por la ventaja digital que tiene la marca.
En este sentido, Nike arrojó un incremento en su facturación —entre junio y agosto— del 16% con aproximadamente 12.248 millones de dólares. Asimismo, las ventas de calzado deportivo crecieron un 10% a 7.718 millones de dólares y los ingresos generados por la venta de la ropa de la marca sumaron un 16% con 3.450 millones de dólares.
La empresa también destacó que las ventas de equipamiento deportivo se elevaron un 22% con un total de 465 millones de dólares.
Sin embargo, es necesario resaltar que hace poco Nike declaró que la producción de algunas de sus fábricas más importantes han sido impactadas por la presencia del COVID-19, por lo cual recortó sus próximas estimaciones de ventas y advirtió también que se han generado retrasos para la temporada navideña.