En concreto, la compañía perdió 790 millones de dólares en el primer trimestre de 2020, aunque los analistas pronosticaban que iba a ganar 130 millones.
“Esto va a cambiar todo el negocio”, explicó el fundador de Nike, Phil Knight, a Sport Business.
Sin embargo, hay fuentes que afirman que entre las posibles razones por las que Nike optó por no prorrogar los contratos con las estrellas del fútbol, también figura un supuesto cambio en la política interna de la marca; pues “a partir de ahora, en vez de firmar contratos de seis dígitos con los atletas de élite, podría optar por colaborar con deportistas menos famosos y buscar una mayor diversidad racial y de género en su equipo”.
Los expertos coinciden en que los gigantes de la industria tampoco están interesados en firmar contratos con los defensas. Por el contrario, buscan colaborar con los delanteros, aunque no apuestan por jugadores jóvenes. Al mismo tiempo, la reducción del número de contratos a gran escala implica una subida de los sueldos de los atletas que continuarán colaborando con dichas compañías.
Es importante destacar que Nike no es la única marca de ropa deportiva afectada por la pandemia del coronavirus. Por ejemplo, las ganancias de uno de los grandes rivales de la empresa, la alemana Adidas, llegaron a caer más del 90% en el primer trimestre de 2020. El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio y del Euro 2020 también afectó a la planificación presupuestaria de la marca.
DEPORTISTAS ABANDONAN LA MARCA
Entre las grandes figuras del mundo del fútbol que abandonan la marca están jugadores como el español Sergio Ramos —que rompió el contrato con Nike en noviembre de 2020 y optó por Adidas— y sus compañeros del Real Madrid Raphael Varane y Marco Asensio, así como el centrocampista del Liverpool F.C. Thiago Alcántara, entre otros que dejaron la marca en plena pandemia.