Según las estimaciones del consenso de mercado se espera que Nike presente un crecimiento de sus ventas del 5% elevando su cifra de negocio entre julio y septiembre hasta los 8.093 millones de dólares.
Eso sí, las mismas previsiones dejan su beneficio neto en 735 millones, un 6% por debajo de las ganancias que alcanzó en el mismo periodo del año pasado.
Estas previsiones reflejan el impacto del tipo de cambio y la mayor competencia que la empresa líder en calzado y ropa deportiva se ha encontrado en Norteamérica, su principal mercado, donde consigue aproximadamente un 45% de sus ingresos totales.
“Ante el aumento de la competencia en Norteamérica, el crecimiento de Nike depende de su capacidad para acelerar sus ventas en los mercados internacionales -especialmente China- y así mantener su liderazgo en baloncesto. Además, debería sostener el ritmo de doble dígito al que los ingresos en el gigante asiático se vienen incrementando”, reconoce Chen Grazutis, experto del servicio de análisis de Bloomberg.
Asimismo, más allá de los mercados internacionales, Nike confía en que la ropa deportiva femenina, que ahora representa el 20% de sus ventas totales, sea su otra gran oportunidad de crecimiento.
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Actualmente, los mayores rivales entre los que amenazan el crecimiento de Nike en su mercado local son Under Armour, que ha conseguido irrumpir con fuerza en el segmento del calzado deportivo, y la alemana Adidas, que sigue ganando terreno fuera del Viejo Continente. Pese al crecimiento de estas empresas, nadie puede dudar del dominio de Nike en su sector.
Tanto es así, que el famoso ránking Best Global Brands 2016 elaborado por Interbrand coloca a Nike como la decimoctava compañía más importante del mundo, la primera dedicada exclusivamente al deporte y muy lejos de Adidas, que aparece en el puesto 60, y el resto de sus competidores.
Finalmente, y de acuerdo a analistas este año va camino a ser su peor ejercicio desde 2008. Sin embargo, de cara al próximo ejercicio, los analistas esperan que repunte un 22% hasta los 63 dólares en los que fijan, de media, su precio objetivo. Las mismas estimaciones señalan que los beneficios de Nike crecerán un 30% en los próximos tres años.
Sobre las acciones de la compañía recae una recomendación de compra que respalda el 60% de los expertos que conforman el consenso que sigue su cotización.