Cuando Nike visualiza el futuro de sus productos con tecnologías digitales integradas, va más allá de una pulsera inteligente que mida signos vitales, registre distancias y tiempos, o de una aplicación para teléfonos móviles. Para la firma estadounidense, creadora de ropa y artículos deportivos, el futuro está fuera de las pantallas.
“Lo que creo es que el futuro está en los dispositivos sin interfaces, pero me refiero a tecnologías que no están gobernadas por pantallas. Puedes pensar en atletas en movimiento que no quieren tener muchos dispositivos en sus cuerpos mientras se desempeñan pues no creo que la gente quiere estar esclavizada a las pantallas mientras corren”, señaló en una entrevista Matthew Davis, director de Experiencia e Innovación de Producto de Nike.
En el abanico de una nueva generación de “cómputo vestible” bien podrían figurar prendas con telas inteligentes y sensores, o incluso balones equipados con tecnología. Aunque Davis prefiere reservarse el detalle de los proyectos en los que Nike trabaja y que podrían representar nuevos lanzamientos, sí ofrece pistas sobre su apuesta.
“Hablamos de tecnologías hápticas (interacción mediante el sentido del tacto), el uso de la voz y lo que la gente llama genéricamente invisibles que es una gran característica”, indicó.
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INTERNET OF TOUCH
La visión de Nike, de integrar tecnologías como las hápticas a sus productos, es vista por expertos como Iskander Smit como la evolución al Internet de las cosas, y que en los siguientes 10 años podría convertirse en la nueva gran tendencia como ahora lo es el llamado “IoT”.
“La próxima década será más sobre la innovación en el software y la tecnología en nuestros propios cuerpos, y los datos. Y esto nos llevará a las primeras interacciones con una segunda piel que usaremos para conectarnos con las cosas a nuestro alrededor. Las tecnologías hápticas son una forma muy intuitiva para conectarnos”, asegura Smit.
También existen otros proyectos como un parche que emite pequeñas señales eléctricas y se coloca en la espalda o una parte del cuerpo, y envía pequeñas señales eléctricas cada vez que una persona transita por una cámara de videovigilancia. La idea, dice Smit, es que las personas estén conscientes de la vigilancia y privacidad de su entorno.
Lo cierto es que estas tecnologías ya se han convertido en un eje central para la evolución de compañías como Nike.
“Las empresas deben volverse inteligentes y las que sean capaces de reconciliar el valor de las tecnologías con sus productos y servicios, y evolucionar rápidamente, son las que van a sobrevivir, crear productos que la gente quiera, a la que se sientan atraídos y que puedan lanzar a escala global”, refiere el directivo de Nike.
REPORTE FINANCIERO
De acuerdo con un estudio de la agencia MarketsandMarkets, la economía del internet de las cosas, incluyendo componentes, aplicaciones y dispositivos para usuario final tendrá un crecimiento acumulado de 38.1% durante los próximos cinco años al pasar de un valor de US$ 32,470 millones de dólares en 2015 a US$ 163,240 millones de dólares en el 2020.
Y Nike ya comienza a reflejarlo en su negocio. En su reporte financiero para el año fiscal 2015, la compañía registró ingresos por US$ 30,600 millones de dólares, lo que representó un aumento de 10% respecto al año previo. Para el 2020, la compañía espera superar los US$ 50,000 millones de dólares en sus ingresos de venta y desarrollo de productos innovadores con tecnología propietaria.