Esta fue la primera pérdida neta de la empresa de Kioto durante un primer semestre de año fiscal en los últimos siete años.
Las ventas del grupo se situaron entre abril y septiembre en 363.160 millones de yenes (3.217 millones de euros), lo que supone una caída del 33,7% frente al mismo periodo de 2009.
El fabricante de la Wii achacó el resultado registrado en este semestre a la constante fortaleza del yen y sus débiles ventas de videoconsolas y software, si bien mantiene su previsión de beneficio neto para el actual ejercicio fiscal.