La caída de la inflación y una mejora del mercado laboral están empezando a poner más dinero en los bolsillos de los consumidores, según el último informe Deloitte Consumidor Tracker.
Los dos factores que sustentan la confianza de los consumidores en su nivel de renta disponible, se mantiene estable por tercer trimestre consecutivo (-18%), y es nueve puntos más que en el mismo período en el 2013.
En el cuarto trimestre del 2014, un menor número de personas sufrieron una reducción o pérdida de ingresos, y dijeron que habían recibido un aumento de sueldo o bonificación, más que hace un año (11% y 14%, respectivamente, frente al 13% y el 11% el 2013).
Las finanzas de los consumidores se han visto impulsadas por la tasa de inflación más baja en 14 años. La caída de precios de los alimentos, la energía, la gasolina y los consumidores medios, están pagando menos de lo esencial (9% el gasto más vs. 15% en el Q4 de 2013), liberando a más ingresos disponibles para la compra de boletos discrecionales y grandes, como los grandes electrodomésticos (-3% vs. 5% en el Q4 del 2013) y salir (-9% vs. -15% en el Q4 del 2013).
Ben Perkins, jefe de investigación de negocio de consumo, explicó: “La menor inflación y salarios más altos están teniendo un efecto pronunciado sobre los comportamientos de gasto de los consumidores. Categorías como hoteles, restaurantes y de tecnología de consumo, se han beneficiado de los consumidores, que a su vez sienten menos de un apretón en sus ingresos disponibles. En comparación, el gasto neto de utilidades y alimentos está creciendo más lentamente que el gasto de los consumidores en general, un reflejo de la caída de los precios del combustible y precios intensos del sector de comestibles”.
Sin embargo, mientras que la tendencia en la confianza del consumidor se ha terminado a largo plazo, han surgido incertidumbres a corto plazo. En el cuarto trimestre del 2014, la confianza general de los consumidores cayó tres puntos, en comparación con el trimestre anterior (-8% vs. 5% en el 3T 2014), que además refleja una actitud menos optimista acerca de la salud, el bienestar, y la seguridad laboral.
A esto Ian Stewart, economista y jefe de Deloitte, dijo: “Aunque los consumidores se han vuelto más positivos sobre las perspectivas de ingresos en el último año, las incertidumbres continuas parecen estar afectando sus percepciones más amplias de su bienestar”.
“Para el consumidor del Reino Unido, el tipo de deflación transitoria causada por la baja del petróleo y otras materias primas, será un significativo positivo en el 2015”, resalta.
Así mismo los directores financieros informan que esperan que las ganancias de los trabajadores en sus empresas aumenten más rápido que la inflación de este año.