La semana pasada, la compañía de moda urbana y deportiva Quiksilver presentó su plan de reestructuración ante la corte de Delaware en Estados Unidos con lo que ahora ha proyectado abandonar el concurso de acreedores el próximo mes de febrero.
El presidente ejecutivo de Quiksilver, Pierre Agnes, dijo que este es un nuevo comienzo para las marcas de la compañía Quiksilver, Roxy y DC Shoes, ya que se han trazado la meta para emerger como una compañía con fuerte liderazgo experimentada y con operaciones más racionalizadas.
Oaktree y Bank of America han ofrecido una financiación por 175 millones de dólares, que debe ser aprobada por el juez encargado del proceso. Oaktree financiará también otros gastos relacionados con el concurso y convertirá su deuda en acciones cuando la empresa salga de los juzgados, publicó en su portal Modaes.es
Sin embargo, por el momento, el concurso de acreedores y la reorganización pasan factura al grupo estadounidense Quiksilver. La compañía de moda urbana y deportiva redujo su cifra de negocio un 14,3% en el 2015. El grupo, que obtiene el 35% de sus ventas del mercado estadounidense, ya apunta a España como su cuarto mercado global.
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La compañía, que había proyectado su salto a bolsa antes de entrar en concurso, sigue tirando de su marca principal, Quiksilver, que aportó el 40% de la facturación del grupo. Le sigue Roxy, con un 30%, y DC, que ya aglutina el 27% de la facturación del grupo. El 3% restante lo aportan marcas como Ampla, especializada en calzado deportivo y que Quiksilver ha puesto en venta.