El crecimiento del poder adquisitivo, la expansión del ‘retail’ y el mayor acceso a la información son algunos de los factores que están generando cambios en el perfil del consumidor, por lo tanto, las tendencias de consumo.
Como parte de su IV Encuentro Internacional de Márketing, el PAD Escuela de Dirección de la Universidad de Piura realizó un estudio con miras a saber cómo serán las tendencias de consumo para el 2021.
Según los resultados obtenidos, José Garrido-Lecca, su director general, explica que en nuestra sociedad habrá tres grupos generacionales muy marcados: los mayores de 40 años, los de 20 a 39 y los menores de 20.
“Estas tres generaciones van a experimentar una sofisticación en sus preferencias, buscarán sentirse exclusivos, querrán lo mejor de lo nuevo y van a ser indulgentes con sus gustos”, explica.
Pese a esto, las mayores diferencias se sentirán en los consumidores más jóvenes. Ellos están creciendo en un país con mayor solvencia económica, más conectados con el mundo y la tecnología, por lo que no ven ninguna limitación en conseguir lo que quieren. Y aquí el efectivo no es un problema.
Fernando Chiappe, director de Métrica Consultoría, indica que los jóvenes recién egresados tienen sueldos altos, mayor acceso al crédito y pocas responsabilidades económicas.
“Al ser más impulsivos que reflexivos y no tener grandes responsabilidades, los jóvenes tienen mayor saldo disponible para adquirir propiedades, viajar y seguir instruyéndose”, señala.
A diferencia de sus antecesores, su nivel de exigencia es más alto: no solo toman en cuenta que las empresas brinden un buen servicio, sino que les den un buen trato a sus empleados, cómo cuidan el planeta y su rentabilidad. “Esto va a estar mucho en la mente de los consumidores al momento de hacer la compra, va a elevar los costos de las empresas, pero la retribución va a ser grande”, remarca el director del PAD.
Además, estos nuevos consumidores no van a ser fieles a las empresas: el día que sientan que la marca o servicio ofrecidos no son para ellos, van a cambiarlos.
Ante esta situación, las empresas van a tener que brindar productos y servicios cada vez más segmentados para poder atender la demanda de estos grupos que buscan ser exclusivos.
Este deseo está originando que los jóvenes cada vez sean más egocéntricos. El no tener responsabilidades económicas, también contribuye a ello.
Hernán Chaparro, gerente general de GFK Conecta, señala que por ello estos consumidores no comparten las mismas preocupaciones que los mayores al momento de comprar.
En esa línea, Garrido-Lecca agrega que estos consumidores están demandando todo tipo de servicios: desde los de lavandería hasta los de cuidado de sus hijos.“Ya no es el ‘hágalo usted mismo’, sino ‘qué haces tu por mí’. Esto va a cambiar totalmente la calidad de servicios”, explica.
Y, al tener hijos, estos consumidores son capaces de hacer hasta lo imposible por brindarles todas las comodidades. Cuando crezcan estos chicos van a tener la necesidad de continuar con este estilo de vida, así no dispongan de los recursos necesarios.
Para el director del PAD, estas conductas podrían resultar un problema en un contexto de crisis económica, ya que estos jóvenes –al ser consentidos– no se adaptarían a los cambios.
Chiappe sostiene que las empresas ven en estos jóvenes clientes muy atractivos, ya que sus gastos pueden ser equivalentes al de 30 o 40 familias con el mismo nivel de ingresos.
Por ende, según el director de Métrica Consultoría, las empresas están cambiando su oferta. Así, por ejemplo, las constructoras ya no edifican viviendas dirigidas a un concepto familiar sino para solteros o personas sin hijos.
Garrido-Lecca no comparte esta visión. Las compañías locales aún no conocen a este nuevo consumidor y no están generando estrategias para llegar a él. “Están más preocupadas en vender más que en relacionarse con sus consumidores. Están viviendo el presente, porque este es tan bueno que no han tenido tiempo de mirar a futuro”, remarca.