La firma Quiksilver anunció ayer que finalmente se acogerá al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos para su unidad estadounidense, quedando al margen sus negocios de Europa y Asia.
La firma de ropa de surf, fundada en Australia en 1973, opta así por el concurso de acreedores con el objetivo de reorganizar sus problemas financieros. Los planes de la firma pasan ahora por cerrar un acuerdo la firma de capital privado Oaktree Capital y conseguir sobrevivir.
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En virtud del acuerdo, Oaktree Capital y Bank of America ofrecen a la compañía una inyección de 175 millones de dólares. Al término del proceso, la firma de capital privado pedirá un intercambio de deuda por acciones, haciéndose así con una participación mayoritaria en Quiksilver. Con todo, la entrada en el capital de estas dos entidades tendrá que recibir el visto bueno del Tribunal de Quiebras de Estados Unidos.
Los problemas de Quiksilver se llevan acumulando desde un tiempo a esta parte. La firma que en la década de los 90 puso de moda la vestimenta de surf y skate ha ido perdiendo clientes de manera progresiva ante el avance de otras minoristas como H&M. El cambio de gustos y los precios hicieron que los adolescentes abandonaran a la firma.
CAÍDA EN VENTAS
El año pasado, las ventas de Quiksilver cayeron el 13%, lo que equivale a una pérdida neta de 309,4 millones de dólares. Con todo, más de la mitad de sus ventas provienen de fuera de Estados Unidos.
Las acciones de la compañía también reflejan su complicada situación financiera y en lo que va de año acumulan un descenso del 80% (45 centavos en el último cierre). El pasado mes de julio, la bolsa de Estados Unidos le dio un ultimátum de seis meses para mejorar su evolución bursátil o la excluiría del parqué.
REESTRUCTURACIÓN EN EEUU NO AFECTARÁ A EUROPA
Por otro lado, Quiksilver aseguró que la reestructuración financiera y operativa que ha anunciado en Estados Unidos ante las dificultades financieras en ese país no afectará a sus actividades en Europa y en la región Asia-Pacífico, las más rentables del grupo de material deportivo.
En un comunicado, Quiksilver señaló que haberse acogido al capítulo 11 de la legislación empresarial estadounidense para ponerse bajo la protección judicial y tratar de “restablecer la viabilidad financiera” de su negocio en ese país “no tendrá ningún impacto en las actividades ni en la organización en Europa, en particular en España”, publicó en su portal Expansión.
“No habrá reestructuración ni reorganización”, insistió a Efe una portavoz, que recordó que Europa y Asia-Pacífico son las entidades más rentables de la compañía.
Los otros tres mercados europeos más importantes para la marca son España, Alemania y Rusia.
Estados Unidos, aunque representa cerca de la mitad de su negocio, es la parte que ha tenido dificultades financieras en los últimos años, mientras que la pata europea se ha visto reforzada, al ubicarse allí actividades estratégicas como el diseño de material.
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