La perspectiva de una guerra comercial está amenazando el panorama de crecimiento global, que está en camino de bajar el desempleo a un mínimo de 40 años, indicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con sede en París (Francia).
Durante la presentación de sus previsiones económicas bianuales, la OCDE -organización que forma parte de las Naciones Unidas- pronóstico que el crecimiento económico global crecería un 3,8% este año y un 3,9% en el 2019, según Thomson Reuters.
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Este organismo internacional que está integrado en su mayoría por países desarrollados, había previsto en marzo una expansión de un 3,9% en los dos años, pero recortó su panorama para 2018 debido al débil comienzo del año por factores temporales como la mala climatología.
La OCDE también indicó que un mayor relajamiento presupuestario había sustituido al estímulo de los bancos centrales como motor principal del crecimiento global. Se estima que tres cuartos de los países miembros están relajando sus presupuestos, encabezados por la gran rebaja fiscal en Estados Unidos.
Frente a este telón de fondo, se prevé que la tasa general de desempleo en la OCDE caiga al 5% a fines de 2019, su nivel más bajo desde 1980 y que fija el escenario para una -hasta ahora- esquiva subida de los salarios de los trabajadores.
“A pesar de todas estas noticias, sigue habiendo grandes riesgos para el panorama global. ¿Cuáles son los riesgos? Primero y más importante, debería evitarse una escalada de las tensiones comerciales”, escribió el economista jefe en funciones de la OCDE, Álvaro Pereira, en la introducción al Panorama Económico de la organización.
La advertencia llega en un momento en que los gobiernos europeos se preparan para que el 1 de junio acaben las exenciones temporales a los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos a la importación del acero y el aluminio, medida que ha irritado a los aliados más cercanos de Washington.
Si bien el número de restricciones comerciales ha subido en la última década, nuevas medidas podrían suponer un lastre para el crecimiento, ya que la economía global está más interconectada ahora que nunca, concluyó la OCDE.
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