La empresa británica de distribución John Lewis acumula ya dos años desde que adoptó el concepto Omni-Channel como base para su crecimiento, lo que le ha permitido superar los 10.000 millones de libras (12.500 millones de euros) en ventas anuales, con crecimientos globales superiores al 5% en todas sus marcas.
En concreto, fue en 2012 cuando el director ejecutivo del operador, Andy Street, decidió apostar por esta filosofía, hasta entonces poco extendida, al comprobar que más del 60% de sus clientes compraban tanto en sus tiendas físicas como en sus canales on-line.
Por ello, decidió que había que empezar a ofrecer una experiencia de compra integradora, que ofreciera a los clientes la posibilidad de cambiar el canal de compra sin que les resultara en un esfuerzo adicional.
La multicanalidad se hace cada vez más necesario ya que la venta se realiza en diferentes canales, una tendencia que en los últimos tiempos ha sufrido un rápido crecimiento y evolución, según explican desde la organización.
Para Celia Pronto, eCommerce Director de Ford Retail Group, la importancia del Omni-Channel es muy clara: “Con el crecimiento explosivo de Internet y el incremento en el uso de terminales móviles, los retailers tenemos que evolucionar nuestra oferta para conseguir experiencias de compra similares sea cual sea el canal elegido por los consumidores para comprar”.