El sector retail en España insiste en efectuar una auténtica reconversión en su aparato logístico, cuyo objetivo es la permanente búsqueda de ahorro de costos y de una mayor eficiencia en los procesos.
Y es que durante 2012, en el que todavía los índices de consumo no despegaban, las directrices en ese sentido se han agudizado aún más, intentando compensar unos ingresos estancados.
La situación tiene su reflejo en el resultado obtenido por los especialistas logísticos en su servicio a las empresas de distribución comercial, según los datos recabados por Alimarket en el reciente reportaje realizado sobre este sector.
Así, las 18 empresas que realizan tareas logísticas al sector retail aumentaron su facturación un 2,1% en 2012, pero en los ingresos específicos por su actividad destinada a este sector el incremento fue bastante menor, del 0,3%.
Se ha generado, pues, más negocio para los operadores por las labores de logística externalizadas a otros sectores que las obtenidas en el de retail. Esto se debe a que ha existido una inferior gestión de carga, pero también a que las condiciones económicas en cuanto a tarifas se han retraído. Por lo tanto, el nivel de requerimiento se incrementa tanto en lo económico como en lo ejecutivo.
Se trata de una cadena que parte del consumidor, en demanda de precios más bajos para poder seguir llenando su cesta de la compra. El retailer asume ese mandato para trasladarlo a todos sus proveedores, tanto de productos, como de servicios. Y a esta situación se ven obligados a adaptarse en todos los eslabones.
En los últimos meses, se está viviendo además un retroceso en la externalización logística dentro del sector. Por dar un ejemplo y con el objeto de aprovechar recursos propios, El Corte Inglés daba por concluido a finales de 2012 su contrato con Stef Iberia para la gestión logística de los productos a temperatura controlada.
Y, en general, dentro de la actividad de los operadores, apenas ha habido movimiento de clientes en los últimos meses en lo relativo al almacenaje.