La situación del retailer JC Penney podría empeorar aún más. Luego de hacer públicas sus frustraciones sobre el liderazgo de la firma, el inversionista activista Bill Ackman renunció a la junta directiva.
Ackman, el mayor accionista de la empresa, divulgó una carta de cinco páginas hace una semana, arremetiendo contra la junta por no darle acceso a las finanzas de la compañía; pidiendo acelerar la búsqueda de un CEO permanente.
El director interino Mynor Ullman dirigió la compañía desde abril, cuando Ron Johnson renunció. Y la tienda calificó las acusaciones de “engañosas, inexactas y contraproducentes”. El profundo descontento del activista con la cadena (con Ullman en particular) ha ocasionado que las acciones de la compañía se desplomen mientras él lucha con uñas y dientes contra la gerencia. Los papeles cayeron más de 25% el mes pasado y han bajado 33% este año.
La disputa ha hecho que varios personajes de renombre se pronuncien contra el inversor. La semana pasada, el CEO de Starbucks, Howard Schultz, se refirió públicamente a la táctica del personaje como “vil”. El ejecutivo no es accionista de JC Penney, pero Ullman es miembro del consejo directivo de Starbucks.