El sector de delivery en Perú se prepara para una jornada de paro este 11 de marzo que podría tener consecuencias significativas para la economía local. Jesús Mundo, secretario de Finanzas del Sindicato de Trabajadores de Delivery, estimó que las pérdidas podrían ascender a nueve millones de soles en un solo día, afectando a tiendas, restaurantes y empresas involucradas en este servicio.
En una entrevista en el programa ‘Economía para Todos de RPP’, Mundo explicó que el cálculo se basa en la cantidad promedio de pedidos que realiza un repartidor en un día, multiplicado por el costo promedio de cada pedido. Con alrededor de 5,000 repartidores participando en el paro, la cifra total se traduce en más de dos millones de dólares. Esta acción de protesta surge como respuesta a las condiciones laborales insatisfactorias que han persistido a lo largo del tiempo.
“Un repartidor hace en promedio 30 pedidos al día, si sacamos un promedio de que cuesta 60 soles cada pedido, entonces hace 1.080 soles y, si lo aplicamos entre 5 000 repartidores, estamos hablando de nueve millones de soles al día“, señaló Mundo. Además, destacó que a pesar de los esfuerzos durante dos años para comunicarse con los responsables de las plataformas de envío, como Rappi y PedidosYa, aún no han recibido respuestas a sus reclamos.
¿Qué exigen los repartidores de delivery?
La principal queja de los trabajadores del delivery radica en la falta de actualización en sus tarifas. A pesar de que las tarifas al cliente han disminuido, los repartidores continúan recibiendo el mismo pago, sin ajustes en tres años. Esto ha generado descontento y frustración entre los repartidores, quienes consideran que es necesario llamar la atención mediante una medida de fuerza.
Jesús Mundo subrayó las condiciones precarias en las que trabajan la mayoría de los repartidores: jornadas laborales extensas que superan las doce horas, la ausencia de seguros contra accidentes y la falta de seguridad en general, siendo frecuentemente víctimas de robos. Además, resaltó problemas como el pago incompleto por recorridos, tiempos de espera excesivos en tiendas y la imposición de deudas a los repartidores por cancelaciones de pedidos.
“Lo que pedimos es que si cancelan, no pongan la deuda al repartidor, porque él está cumpliendo su labor y él es el que tiene que cumplir la deuda”, manifestó Mundo.
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Ante esta situación, el Sindicato de Trabajadores de Delivery busca establecer un diálogo constructivo con las empresas y las autoridades estatales para llegar a acuerdos que mejoren las condiciones laborales. “Nosotros tenemos las puertas abiertas para trabajar en conjunto con municipalidades y ministerios del Estado para llegar a una mesa de diálogo. La intención es sentarse el Estado, empresas y representantes de delivery para llegar a un consenso”, expresó Mundo.
Este paro no solo destaca las dificultades enfrentadas por los repartidores de delivery, sino que también pone de manifiesto la necesidad de un diálogo efectivo que aborde las preocupaciones laborales en este sector clave de la economía.