La tradicional Pastelería San Antonio está de aniversario, celebra 63 años de vida llevando calidad a las familias limeñas. En esta nota repasamos un poco de su historia y los planes a futuro de la empresa.
En octubre de 1959, Don Pepe y Don Emilio, dos amigos españoles, junto a un equipo de maestros artesanos peruanos abrieron las puertas de su emprendimiento. “San Antonio” fue fundada sobre la base de una bodega que ya existía en Magdalena y que llevaba por nombre “Bodega El Pacífico”. Los propietarios eran unos inmigrantes chinos, que incluso vivían y dormían dentro del negocio.
De allí en adelante, el negocio empezó a dar sus frutos rápidamente gracias a la venta de pan y pasteles. Don José y don Emilio se preocuparon desde el inicio en brindar un trato esmerado y productos de calidad a sus clientes. Ellos sabían que esas serían las claves del éxito y no se equivocaron.
Con dedicación, creatividad y don de servicio fundaron las bases, vivieron su sueño y crearon la visión que hoy mantienen y por la que trabajan con gran entusiasmo. Ya son 3 las generaciones que comandan la pastelería, que hoy tiene ocho locales repartidos en los distritos limeños. Le dan trabajo a más de 700 colaboradores y poseen una fábrica propia.
Les dejamos con unas postales de la empresa a lo largo de sus años.
Pastelería San Antonio: La historia de dos amigos que hicieron realidad un gran sueño
Consignan como mantra “La Tradición de Ayer, la Tecnología de Hoy y la Calidad de Siempre”, con la que atienden a un público variado y que le ha agarrado cariño ir cada mañana. De hecho, su popularidad y llegada ha sido tal que es considerado una de las mejores pastelerías del Perú, según la última edición de los premios Summum.
En charla con Perú Retail, su actual gerente general, Rubén Sánchez, nos confirma los planes a futuro de la compañía, previendo una nueva fábrica en la capital para atender la creciente demanda. Asimismo, esperan inaugurar nuevos locales, posiblemente en provincia, y también salir al mercado internacional comenzando con países en la región. Asimismo están evaluando comprar otros negocios en marcha de marcas conocidas.
“¡Gracias por conectar a tantas generaciones con su calidad y servicio, impregnados en el ADN de los que te visitamos y queremos tanto! Gracias a nuestros clientes, amigos y familia por su inmenso cariño y visitas”, saluda Sánchez a la Pastelería San Antonio en su onomástico.