La economía peruana registraría un crecimiento de 2.5% este año y 2.3% en 2025, según las proyecciones mostradas hoy en el informe “Perspectivas Económicas” del Banco Mundial. Este pronóstico optimista se sustenta en diversas variables, entre las que se destaca el aumento esperado en la producción de las principales minas de cobre, impulsando así la actividad económica del país.
El informe destaca la disminución proyectada de la inflación y sugiere que las reducciones adicionales en las tasas de interés oficiales respaldarán el crecimiento durante el período de pronóstico. A pesar de estos indicadores positivos, el aspecto político sigue siendo un desafío que afecta a los consumidores y obstaculiza la confianza empresarial, ralentizando la inversión en proyectos.
El Banco Mundial anticipa una disminución modesta en el precio del cobre para 2024, pero la creciente producción minera continuará siendo un impulsor clave de las exportaciones totales. Esto, sin duda, contribuirá a la recuperación económica de Perú.
De acuerdo a las cifras presentadas por el organismo multilateral, al cierre del presente año estos serían los niveles de crecimiento de las economías de la región: Paraguay (3.8%), Uruguay (3.2%), Argentina (2.7%), Chile (1.8%), Colombia (1.8%), Bolivia (1.5%), Brasil (1.5%) y Ecuador (0.7%).
Asimismo, proyectó que América Latina y el Caribe crecerá 2.3% en el presente año y 2.5% en el 2025.
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Economía global
Globalmente, el informe advierte sobre un récord negativo: cinco años con el menor crecimiento del producto interno bruto de las últimas tres décadas, con un pronóstico de desaceleración del crecimiento mundial al 2,4% en 2024, tres cuartos de punto porcentual por debajo del promedio de la década anterior.
En este contexto, las economías en desarrollo se verán afectadas, proyectándose un crecimiento del 3,9%, más de un punto porcentual por debajo del promedio anterior. Los países de ingreso bajo, después de un rendimiento decepcionante el año pasado, se espera que crezcan un 5,5%, pero aún por debajo de las expectativas. Al final de 2024, la pobreza persistirá en una proporción significativa de países en desarrollo.
En cuanto a regiones específicas, se prevé una desaceleración del crecimiento en Asia oriental y el Pacífico al 4,5% en 2024 y 4,4% en 2025. Europa y Asia central experimentarán un crecimiento del 2,4% en 2024, aumentando al 2,7% en 2025. Oriente Medio y el Norte de África experimentarán un repunte hasta alcanzar el 3,5% en 2024, manteniéndose en ese nivel en 2025.
Las proyecciones del Banco Mundial proporcionan un panorama detallado de los desafíos y oportunidades económicas a nivel global y regional, siendo la recuperación de Perú un punto destacado en medio de un entorno económico desafiante.