Para el 2021, el Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank proyectó que la balanza comercial en el Perú registrará un superávit récord de alrededor de US$ 12,500 millones. Cabe recordar que entre setiembre y diciembre del 2020, se completaron cuatro meses consecutivos con un superávit mensual superior a los US$ 1,000 millones.
Las exportaciones bordearían los US$ 51,000 millones (+22%), impulsadas principalmente por el alza del precio de los metales -en particular del cobre- y, en menor medida, por el incremento de los volúmenes de exportación que se vieron afectados por las restricciones logísticas asociadas a la cuarentena registrada en el 2T20.
En particular, Scotiabank estimó que las exportaciones mineras, de harina de pescado -los buenos resultados de la segunda campaña de pesca del 2020 se reflejarían en el 1T21- y agroindustriales lideren el crecimiento.
Las importaciones alcanzarían cerca de US$ 38,500 millones, mostrando una recuperación (+13%) aunque sin llegar a sus niveles pre COVID-19. Las importaciones de insumos serían las de mayor crecimiento, debido a una baja base de comparación y a la recuperación del precio del petróleo. Por su parte, las compras de bienes de capital aumentarían en sintonía con la recuperación de la inversión privada y pública.
Finalmente, las importaciones de bienes de consumo rebotarían lideradas por la tendencia ascendente en la compra de productos asociados a la pandemia como mascarillas, equipos de protección personal y medicinas; así como laptops y tablets ante el mayor uso del teletrabajo y la educación virtual.
EVOLUCIÓN EN EL 2020
La Balanza Comercial cerró el 2020 con un superávit de US$ 7,750 millones, su nivel más alto desde el 2011 y ligeramente por encima de lo estimado de US$ 7,585 millones.
Este resultado vino acompañado de un menor volumen de intercambio comercial puesto que cayeron tanto las exportaciones (-11.1%) como las importaciones (-15.6%).
Las exportaciones se vieron afectadas por el menor volumen exportado en el 2T20 debido a los problemas logísticos asociados a la cuarentena ante la llegada del COVID-19 y a la menor demanda para productos manufacturados -en especial textiles, metalmecánica y sidero-metalúrgicos- ante la recesión global.
Estos factores fueron parcialmente contrarrestados por el incremento de los precios de exportación, en particular metales, lo que permitió cerrar el 2020 con un aumento de 8.1% de los términos de intercambio (TI), su crecimiento más alto desde el 2010.
Cabe anotar que el único sector que cerró el 2020 con un crecimiento fue el agroexportador (+8.3%) pues la tendencia global hacia el consumo de frutas y hortalizas frescas se consolidó durante la pandemia.
La caída de las importaciones fue liderada por las menores compras de insumos ante la significativa caída en el precio del petróleo -Perú es un importador neto de combustibles- y el menor volumen demandado de insumos para la industria -por la recesión que mostró la economía-.
Por su parte, las compras de bienes de capital cayeron en línea con el retroceso de la inversión pública y privada, afectadas principalmente por la paralización de obras públicas durante el 2T20 debido a la cuarentena decretada para combatir el COVID-19.