El sector de centros comerciales afronta un panorama complejo y que exige los mejores planteamientos y estrategias para hacerle frente a la situación de pandemia. Las respuestas de los centros comerciales no solo se enfocan a partir del reinicio de sus actividades, sino desde el inicio del aislamiento social decretado.
Las estrategias adoptadas, desde entonces, se orientan principalmente a establecer un esfuerzo conjunto con los locatarios o marcas operadoras en los respectivos malls, con la finalidad de mantener atractiva su oferta hacia el mercado en general, reteniendo y apoyando a los locatarios a sostener el negocio, según refiere el informe ‘1S 2020 Retail’, elaborado por Colliers International.
Dentro de este marco se ha observado la implementación de diversas medidas, entre las que se encuentran: la evaluación de los operadores o locatarios se lleva a cabo caso por caso, se exoneró del pago de renta, o se aplicó un ajuste sobre esta, a los operadores durante los meses que no pudieron atender, durante el periodo de no atención de los operadores, se procedió al cobro por costos de mantenimiento, en algunos casos se aplicó un ajuste sobre este costo.
Asimismo, el cobro de la renta se da desde el reinicio de las actividades de los operadores. En algunos casos se está acordando un ajuste en la renta mensual, lo que se revisará cada mes, pues el alcance del acuerdo no es a mediano o largo plazo, se evalúa también la renta variable (renta sobre las ventas) y las estrategias se revisan y actualizan constantemente, en función al desenvolvimiento del negocio y del entorno de emergencia en general.
La dinámica de los centros comerciales se está adaptando constantemente al entorno actual, por lo que se observa la implementación de diversas herramientas y procesos orientados a brindar una experiencia de compra segura y cómoda al consumidor.
Aun así, la situación inesperada afectó de tal manera a algunos operadores que tuvieron que dejar los espacios ocupados en los malls. Esto se observa tanto para marcas independientes como para algunas cadenas, a los que se puede sumar también el cierre de operaciones de la tienda departamental Paris, del grupo Cencosud.
Desde el reinicio de operaciones en los centros comerciales (efectivo en el mes de julio 2020), el nivel de ventas -en comparación a periodos similares- es bajo, encontrándose indicadores que muestran ventas entre 30% y 50% debajo de las cifras promedio. Esto en el contexto de la peor caída del PBI en nuestro país (30.2%) durante el segundo trimestre del 2020.
Durante las primeras semanas del reinicio de actividades en los centros comerciales, se observó mayor consumo en productos electrodomésticos y de tecnología, así también de artículos para el hogar y prendas de vestir (especialmente femeninas).
El consumo en artículos de primera necesidad, a través de supermercados, ha incrementado su ticket habitual, con la tendencia del consumidor a abastecerse haciendo compras para cubrir necesidades por 10 o 15 días.
En cuanto a proyectos de nuevos centros comerciales, Mallplaza Comas abrió sus puertas. En tanto, en la ciudad de Chiclayo, el centro comercial que construye Mall Aventura iniciará operaciones el próximo 04 de noviembre, el cual contará con supermercado Plaza Vea, las departamentales Ripley y Oechsle y multicines, como tiendas ancla, mientras que la oferta de tiendas ya está colocada en un 60%. Este centro comercial contará con 51,000 m2 de área arrendable y será el complejo comercial más moderno de esta ciudad.
La actividad comercial en locales puerta a calle también está siendo afectada por los efectos de la pandemia, por lo que se observa que -además de adaptaciones y cambios de giro- la oferta inmobiliaria se está incrementando. Adicionalmente, en comparación con registros de oferta “pre Covid19”, se nota un ajuste en los precios de expectativa o de salida para locales en renta y en venta.
Así, los precios de renta en el distrito de Surco, por ejemplo, muestran ajustes de entre 10% y 20%; en Miraflores el ajuste que se observa se encuentra entre 15% y 20%, al igual que en San Isidro; en Lince y Jesús María el ajuste en la renta se da en 20% promedio, mientras que en San Borja el ajuste de precios registrado entre finales del 2019 y julio 2020 es de 15% en promedio.
Respecto a la actividad comercial stand alone o negocios puerta a calle, lo que se observa son ajustes en las expectativas de corto plazo, así como la oportunidad de compra por parte de inversionistas interesados. Si bien los precios se están ajustando a valores de mercado, no se nota una clara tendencia a la baja precisamente. Los ajustes y evaluaciones dependerán de la capacidad de los locatarios para mantener en funcionamiento el negocio, mientras que los propietarios con mejor respaldo pueden mantener por más tiempo el control de sus expectativas, los que no puedan sostenerse accederán a negociar de una manera más marcada precios y condiciones.