La Balanza Comercial (BC) registró un superávit de US$ 283 millones en enero, el monto más bajo desde mayo del 2019 y casi lo mitad de lo registrado en igual mes del año anterior, según cifras del Banco Central de Reserva (BCR) del Perú.
Este resultado está en línea con la proyección del Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank para el primer trimestre del 2020 (1T20), el cual alcanzaría un superávit comercial menor a los US$ 2,362 millones del 4T19.
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“A diferencia de lo que se podría pensar, este resultado no estuvo influenciado por el impacto que viene teniendo el coronavirus sobre el comercio mundial”, indicó la entidad financiera.
Cabe recordar que los problemas logísticos, asociados a las cuarentenas decretadas en algunas ciudades de China, se hicieron visibles con el fin de los feriados por el Año Nuevo Chino a mediados de febrero.

No obstante, la caída generalizada de los mercados financieros se inició un poco antes, a fines de enero, por lo que el impacto de la caída de los commodities sobre las exportaciones peruanas se sentirá plenamente en febrero.
El principal canal de transmisión en febrero sería la caída en el precio de los metales industriales. Así, asumiendo que se mantenga el volumen exportado de enero, la caída en el precio promedio del cobre (-5.8%), zinc (-10.1%) y plomo (-2.6%), le restaría cerca de US$ 80 millones a las exportaciones de febrero.
Lo anterior sería parcialmente contrarrestado por el incremento en la cotización del oro (+2.4%) y la caída en el precio del petróleo (-12.3%), commodity este último del cual el Perú es importador neto.

De otro lado, las exportaciones no tradicionales no se verían afectadas de manera importante en febrero pues si bien las restricciones para exportar a China se acentuaron en dicho mes, este país sólo representa el 5% de las exportaciones con valor agregado en el Perú.
Sin embargo, la propagación mundial del coronavirus -en especial a EE.UU. y Europa- los principales mercados de destino de exportación no tradicional- y la caída de los precios de los metales -que continuarían impactando los productos peruanos tradicionales- podrían originar mayores pérdidas en marzo.
EVOLUCIÓN EN ENERO
El deterioro de la Balanza Comercial en enero estuvo explicado tanto por la caída de las exportaciones (-1.6%) como por el aumento de las importaciones (+3.8%).
Las exportaciones se vieron afectadas básicamente por el retroceso de los volúmenes exportados de los productos tradicionales (ver gráfico), en particular de harina de pescado -ante los malos resultados de la segunda campaña de pesca de anchoveta- y cobre -debido al menor volumen enviado por Southerm, Antapacay y Chinaco-.

El Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank resaltó también las menores exportaciones textiles debido al menor volumen exportado de confecciones a EE.UU.
De otro lado las importaciones fueron favorecidas por las mayores importaciones de bienes de capital (+7.5%), en especial por el incremento en la compra de materiales de construcción, así como por maquinaria y equipo para el proyecto minero Quellaveco.
Asimismo, destacaron las adquisiciones de insumos, en particular las mayores compras de combustibles (+19.9%) lo que estaría relacionado al cierre temporal de la Refinería de Talara como parte de su proceso de modernización
Finalmente, la evolución positiva de las importaciones de bienes de consumo (+2.7%) fueron impulsadas por las compras de automóviles y televisores.
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