La producción de café en Perú cayó un 10% interanual entre enero a agosto por la migración a otros cultivos “más rentables” como la hoja de coca y una menor mano de obra debido a las restricciones por el coronavirus, indicó a Reuters un dirigente del sector.
El gerente de la Junta Nacional del Café, Lorenzo Castillo, informó que en los primeros ocho meses del año se produjeron 3,5 millones de sacos de 60 kilos del grano, casi en su totalidad del tipo café verde, frente a los 3,9 millones de sacos de 2019.
“Básicamente, fue por la carencia de mano de obra entre marzo y junio porque los trabajadores no pudieron trasladarse a los valles de producción. Hubo un estricto control de la policía y de las rondas campesinas por el tema del coronavirus”, dijo Castillo en entrevista telefónica la noche del martes.
Perú impuso en marzo una dura cuarentena cerrando casi todas las actividades productivas para frenar los contagios, que actualmente suman unos 833.000, el sexto país con más infecciones en el mundo y el tercero en América Latina.
La producción de café peruano, que ha caído desde hace años por sobrecostos y bajos precios globales, es la décima en el mundo, aunque su oferta es mucho menor que la de Brasil o la de Colombia, los mayores productores de América del Sur. Sin embargo, Perú es uno de los mayores productores del mundo de café con certificación ambiental u orgánicos, dijo Castillo.
El dirigente afirmó que la proyección 2020 era superar la producción del año pasado, que fue de 4,1 millones de sacos con una exportación por 635 millones de dólares. “Este año bajaría a unos 550 millones de dólares en exportación de café”, dijo.
Otro problema que afrontan es la migración a cultivos “más rentables” como el cacao y otros de agroexportación; pero también “para hacer caja” van hacia la cosecha o siembra de la hoja de coca, insumo base para elaborar la cocaína, agregó el dirigente.
“La hoja de coca paga el equivalente a 120 soles o 150 soles (42 dólares) el jornal o día de trabajo; y para apañar café el promedio de paga por jornal es de 40 soles”, precisó.
Castillo dijo que según un estudio del ministerio peruano de Agricultura, un 17% del área total sembrada de café fue abandonada entre 2012 y fines del año pasado. Además, un 30% de 6.500 productores consultados manifestaron su disposición a dejar el café para optar otras actividades, afirmó.
“Estimamos que ahora esa reducción ha crecido a un 20%. Prácticamente, estamos hablando de sólo 370.000 hectáreas de café de cultivo, que hacen los esfuerzos por conservarse. El desafío es mejorar la productividad, más que abrir nuevas áreas”, dijo.
El dirigente sostuvo que el mayor reto para la próxima campaña de cosecha entre marzo y agosto es la falta de financiamiento porque muchos productores han quedado endeudados. “Este es un problema que va a repercutir en el futuro, es el gran debate que hay ahora entre los sectores de la cadena productiva”, añadió.