La venta de autos nuevos entre enero y julio del 2020 sumó 54,033 unidades, 44.3% menos respecto al mismo periodo del año previo, según la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
Este resultado se explicó por el menor volumen de ventas registrado ante la suspensión de actividades económicas desde mediados de marzo. Si bien el mayor impacto en ventas se dio entre abril -no se vendieron unidades- y mayo, se registró una recuperación gradual entre junio -mes en el que se autorizó de nuevo la venta de vehículos- y julio.
Por categorías, la venta de vehículos ligeros entre enero y julio se redujo en 43.5% respecto al mismo periodo del 2019, según la AAP. El cierre de locales fue el principal factor que afectó la venta de vehículos ligeros, informó el Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank.
De otro lado, si bien en junio se aprobó la reapertura del sector, los principales factores que afectaron la venta de vehículos en los últimos meses fueron: la menor propensión de las personas a visitar locales de venta -ante normas de distanciamiento social-, la postergación de compra de bienes duraderos ante un panorama económico incierto para los próximos meses -reflejándose en el descenso en la confianza del consumidor-, y los menores niveles de empleo formal –menor predictibilidad de ingresos en el tiempo.
Sin embargo, entre los meses de junio y julio, las ventas en esta categoría han mejorado gradualmente, registrándose una mayor demanda por vehículos comerciales -especialmente pick up y furgonetas-, especialmente unidades destinadas al transporte urbano de mercancías -para servicios de delivery-.
A ello se sumó la implementación de nuevas estrategias de venta por parte de los concesionarios, impulsando ventas vía canal online -incluyéndose test drive a domicilio-, el aplazamiento en el pago de cuotas de crédito vehicular, la reducción en la cuota inicial, entre otras estrategias. La venta de vehículos pesados entre enero y julio fue menor en 50.5% respecto al mismo periodo del 2019 según la AAP.
No obstante, en julio se registró el volumen de ventas más alto de la categoría en lo que va del año -menor solo en 0.5% respecto a julio del 2019-. La mayor demanda de camiones impulsó el resultado de julio, situación que pudo ser explicada por la renovación de unidades en sectores de uso intensivo de estas unidades, como minería, ante la reanudación de operaciones.
En América Latina, la caída en las ventas de vehículos nuevos se registró en diferentes magnitudes entre enero y julio. En Chile se colocaron 114 mil unidades en la categoría de vehículos livianos y medianos (-47.7%), siendo julio, el mes más alto de ventas desde marzo, según la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC).
En Colombia se colocaron 86 mil vehículos (-37.6%), siendo el segmento comercial de carga el único que registró crecimiento en lo que va del año, según la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (ANDEMOS).
PERSPECTIVAS
Para el segundo semestre del año, el Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank espera un mejor panorama de ventas en el mercado local. En el segmento de vehículos ligeros se registraría una mayor demanda de vehículos compactos de precios económicos pues las personas evitarían usar el transporte público ante el riesgo de contagio.
De otro lado, se prevé que continúe la tendencia positiva en la venta de vehículos comerciales, en particular furgonetas para el servicio de delivery y pick up ante la gradual recuperación de la demanda de la minería. Finalmente, continuaría la demanda de vehículos pesados, renovando flota y reduciendo gastos de operación.
A pesar de lo anterior, las ventas de vehículos nuevos cerrarían el 2020 con una caída de alrededor de 30%, debido principalmente al impacto del cierre de tiendas durante el 2T20 y a la postergación en la decisión de compra ante el deterioro de la confianza del consumidor.
Para el 2021, se proyecta una recuperación de las ventas (+35%), pues se asume que en el 1S21 estaría disponible una vacuna contra el Covid-19 que revierta el deterioro de la confianza del consumidor. Sin embargo, el impacto sobre el empleo e ingresos imposibilitaría llegar a niveles de venta pre-pandemia sino hasta el 2022.