El pasado miércoles 7 de diciembre, la convulsión política y social en el Perú llegó a su punto máximo tras varios años de inestabilidad. En concreto, desde 2017, nuestro país ya acumula seis presidentes. La actual mandataria, Dina Boluarte, se enfrenta a un escenario complicado por las protestas en varias regiones del país tras la destitución de Pedro Castillo.
Manifestaciones que han dejado hasta el momento el saldo de 8 peruanos muertos y cientos de heridos. Si bien, existen desmanes que atentan contra las empresas privadas y la afectación del turismo podría provocar un golpe a la economía, el Perú tiene mecanismos que permitirían su pronta recuperación.
De hecho, la economía de Perú acumula casi 30 años en una senda de crecimiento sostenido, solo interrumpido ocasionalmente, que ha llevado a muchos expertos a hablar incluso de un milagro económico peruano. Según el Banco Mundial, el Producto Interno Bruto ha multiplicado por más de seis su valor desde 1993 y si en 2001 un 20,3% de los peruanos vivía con menos de 2,15 dólares al día, en 2022 esa cifra se había reducido al 5,8%.
“Vistas en perspectiva, las últimas tres décadas han sido quizá las mejores de la historia peruana; ningún país puede mostrar un récord igual en caída de la pobreza”, señaló Waldo Mendoza, economista de la Pontificia Universidad Católica del Perú y ministro de Economía en el gobierno de Francisco Sagasti, a BBC Mundo.
¿Cómo la economía peruana ha logrado mantenerse estable en medio de la tormenta?
Hay tres razones principales recoge la BBC.
Un banco central independiente
Los expertos coinciden en que la independencia del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) y su solvente manejo de la política monetaria han sido uno de los pilares del equilibrio económico peruano.
De hecho, fue la independencia que la Constitución de 1993 le dio al BCRP lo que le ha permitido tener un manejo muy técnico y profesional, totalmente independiente del ciclo económico y político. El directorio de siete miembros del Banco es elegido por el Gobierno y el Congreso, pero una vez han sido designados son totalmente independientes.
Asimismo, resaltar la continuidad de Julio Velarde como director del banco, un raro ejemplo de continuidad, pues lleva en el cargo desde 2006. Cuando Pedro Castillo lo ratificó en el cargo, en los mercados se interpretó como una señal de confianza en la economía peruana ante las dudas suscitadas en torno a la política económica que podría seguir el nuevo presidente. Recordar que el gobierno del expresidente Castillo era totalmente de izquierda.
Así, pese a los constantes cambios de rumbo en el Gobierno y el Congreso peruanos, el Banco Central ha podido seguir una política coherente centrada en lograr el equilibrio fiscal, contener la inflación y mantener el valor del sol, la moneda peruana, sostiene BBC.
El exministro Mendoza destacó que el Banco Central ha tenido “un papel tradicional en la lucha contra la inflación”. “Y lo sigue cumpliendo ahora en condiciones difíciles, pues hay presiones inflacionarias externas y el Banco ha tenido que reaccionar elevando fuertemente la tasa de interés”, refirió a la BBC.
Por otro lado, el Banco ha logrado acumular más de US$74.000 millones en reservas internacionales, unas de las más altas de América Latina en porcentaje del PIB. Se trata de una inmensa cantidad de recursos que el banco puede movilizar en caso de necesidad. Ese colchón financiero es también una de las razones por las que Perú es uno de los países con la deuda pública más baja de la región.
Un modelo económico blindado en la Constitución
El modelo económico aplicado en Perú en los últimos años ha sido el consagrado en su Constitución Política de 1993. Aprobada durante el gobierno de Alberto Fujimori y criticada por muchos, sobre todo desde la izquierda, por sus supuestas carencias democráticas. La Carta Magna sentó las bases del crecimiento que siguió a su aprobación y permitió reducir los niveles de pobreza en el país.
La Constitución impide –en su artículo 62– que los contratos firmados puedan ser modificados por leyes posteriores. Esto, evidentemente, ha supuesto una fuerte protección para las compañías extranjeras que invierten en el país, quienes recibieron así la garantía de que las condiciones de sus operaciones no se verán alteradas.
Para muchas esto ha alejado el miedo a las expropiaciones y nacionalizaciones habituales en otros países de América Latina. Lo que a su vez ha permitido al país captar grandes volúmenes de inversión, aunque los críticos señalan que el trato con las multinacionales en la exportación de las materias primas, sobre todo minerales, no es justo y reclaman mayor poder de negociación para el Estado.
En la campaña que le llevó a la presidencia, Pedro Castillo hizo de la renegociación con las compañías extranjeras una de sus banderas, pero su gobierno no ha concretado esas promesas. Aunque todavía el gobierno de Dina Boluarte es de izquierda, centrará sus esfuerzos en calmar las grescas nacionales y priorizar el adelanto de elecciones generales.
Estabilidad en el Ministerio de Economía y Finanzas
Aunque Pedro Castillo ha nombrado más de 70 ministros en sus escasos 16 meses de gobierno, el Ministerio de Economía y Finanzas solo ha tenido tres ministros. Eso es una rotación bajísima comparada con otras instancias.
Estos tres ministros, Pedro Francke, Óscar Graham y Kurt Burneo, han sido expertos de reconocido prestigio en el ámbito económico. El actual ministro de Economía es el ingeniero económico Alex Alonso Contreras Miranda, de la Universidad Nacional de Ingeniería del Perú (UNI), con un Máster of Arts in Policy Economics, por la Williams College de Estados Unidos.
“Todos los ministros han sido funcionarios de calidad y en general el Ministerio ha llevado a cabo las políticas económicas adecuadas al momento”, resaltó Mendoza, que añade que el bajo endeudamiento del país concede margen de maniobra al ministerio encargado de la política económica del Gobierno.
Cabe acotar que el precio del sol peruano, en relación al dólar (moneda base) es de las más sólidas en la región. Al cierre del 2022 se espera que mantenga su estabilidad en el rango de 3.80 a 3.85 soles por dólar.