Hoy en día las ventas a través de las tiendas online ya sea por el “e-commerce” o “m.commerce” se han incrementado a nivel mundial, mientras que en nuestro país las ventas por Internet aun no terminan por despegar. La pregunta es ¿Por qué?
Ante esta realidad, distintas empresas están realizando estrategias de todo tipo con el fin de captar más clientes, fidelizarlos y hacer que se sientan cómodos y seguros a la hora de realizar su transacción online.
José Luis Wakabayashi, Licenciado en Administración y MBA, ESAN. PhD (c) del Programa Doctoral ESADE, considera que las empresas deben apostar e invertir por desarrollar ventas online, no se debe caer en el error de oponer lo físico versus lo virtual.
“Es mejor optar por estrategias que vean ambos aspectos como complementarios. Actualmente, la tendencia que impera en las organizaciones es el desarrollo de omnicanales, que permite tener a lo físico y lo virtual como complementos” refiere Wakabayashi.
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Asimismo, refiere que existen dos aspectos importantes a tomar en cuenta:
Para que el comercio electrónico logre despegar, en una sociedad como la peruana, debe existir una mayor bancarización, es decir, que cada vez más personas tengan acceso al crédito y, por ende, a todos los medios o mecanismos que conlleva la entrada al sistema financiero.
Un segundo aspecto a considerar es que la gente aún le tiene miedo al pago electrónico. Existe desconfianza y persiste el temor al punto que las personas se cuestionan: “¿y cómo yo sé si al pagar me llegará el producto por el cual he pagado?”.
“Por otro lado, existen muchos negocios que podrían acceder a plataformas tecnológicas para despegar sus ventas, pero no lo hacen. Es el caso del sector de la venta de ropa”, afirma el experto de ESAN.
Actualmente, se cuenta con plataformas tecnológicas que permiten a los usuarios “probarse” la ropa en forma virtual, luego de introducir determinada información biométrica como talla, peso, medidas de hombros, abdomen, caderas, etc.
Esto funciona muy bien en Estados Unidos y Europa. Sin embargo, en Perú, la gente quiere probarse físicamente las prendas y verse en el espejo hasta convencerse de que tal confección es la que finalmente llevará a casa.
Una vez satisfechos con la prenda, los peruanos la adquieren en el punto de vista físico a diferencia de lo que sucede en otros países donde la gente va a la tienda, se prueba la ropa, regresa a su casa y hace el pedido vía internet.
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