Después de 27 años de operaciones en Argentina, Walmart saldrá oficialmente de Argentina el próximo mes de marzo. La cadena más grande de supermercados terminó vendiéndole sus 92 establecimientos a un empresario local que, paradojas de la vida, en los ’90 había rechazado una oferta de compra por parte de Walmart. Así que es buen momento para analizar las razones que llevaron a la marca a marcharse de Argentina.
Walmart había desembarcado en Avellaneda en 1995 con un plan para convertirse en la cadena de supermercados número uno de Argentina y la región, sin embargo, sus planes iniciales se fueron diluyendo con el paso de los años.
A la hora de explicar la venta al empresario argentino Francisco de Narvaéz y la salida de Walmart de ese país no hay una única razón y se conjugan factores, como un plan de desinversión internacional, la pandemia y el clima de negocios local.
Las razones del adiós de Walmart
La idea de que no se trata de un problema exclusivo de Argentina se sustenta en un par de datos concretos. Hace dos años, Walmart le vendió el control de sus operaciones en Brasil al fondo de inversión Advent y concretó su salida del mercado inglés, a fines de 2020.
Las ventas de las filiales argentina e inglesa siempre corrieron en paralelo y se explican por la decisión de Walmart de concentrarse en el mercado de Estados Unidos.
La pandemia por su parte terminó de convencer a la casa matriz de Walmart, en Bentonville, Arkansas, de la necesidad de acelerar el proceso de reconversión digital, potenciando su canal de e-commerce y abandonando los mercados considerados no estratégicos, como Argentina.
Sin embargo, dentro de estos planes de desinversión no figuran otros países de la región como Chile y Colombia. A la lista de factores además hay que sumar los problemas que arrastra el mercado argentino y que no son nuevos, pero se profundizaron en los últimos años.
Walmart, al igual que la mayoría de las cadenas de supermercados, se quejan de que su negocio en Argentina es cada vez más chico y que sus márgenes operativos están muy afectados por la combinación de precios congelados y costos en ascenso.
“Hoy, el mayor problema de la Argentina es que es casi imposible ganar plata. En el caso puntual de los supermercados hay una regla que dice que cuando el costo laboral llega a los dos dígitos, una operación no es rentable. Históricamente, en Argentina el costo laboral representaba el 6% o 7% de las ventas, y hoy supera el 15%”, explicó a La Nación una fuente de otra cadena de supermercados que competía con Walmart y ahora deberá vérselas con De Narváez.
En el sector privado explican que la reducción del mercado no es un proceso nuevo, aunque destacan que la caída se aceleró en los últimos años.
El récord de inversión extranjera en Argentina se logró en 1999, cuando se alcanzó un récord de US$ 25.000 millones, con más de 300 operaciones de fusiones y adquisiciones. A partir de ese momento, la inversión viene cayendo en forma sostenida todos los años, con algunos pocos repuntes muy puntuales.
En los últimos dos años se llevan menos de 30 transacciones concretadas y con suerte se llegará a 50 o 60 operaciones este año, pero lo más grave es que el número es impulsado por las empresas extranjeras que se están yendo del país.
En este contexto de salidas de multinacionales, el caso de Walmart no es uno más. En Argentina la empresa tenía más de 9.000 empleados trabajando en sus 92 locales, con una operación a nivel nacional (estaba presente en 21 provincias y la ciudad de Buenos Aires).
Ahora Walmart será Changomás
Progresivamente y hasta marzo, los locales de la cadena que hoy pertenece al Grupo De Narváez pasarán a llamarseHiper ChangoMás y Súper ChangoMás. El nuevo logo, la imagen y hasta la tipografía de la marca mantiene parte de la estética y el color celeste característico de la compañía norteamericana.
El acuerdo de Walmart y el Grupo De Narváez incluyen mantener en sus puestos a los 9.000 empleados de la cadena estadounidense y los 92 locales que venían operando en Argentina. A partir de marzo, todo el grupo unificará su imagen detrás de la marca elegida por el propio De Narváez para iniciar su proceso de diferenciación y sellar el final de la historia de Walmart en Argentina.