Si bien las economías latinoamericanas se han expandido durante la primera mitad de 2022, analistas esperan una desaceleración en su ritmo de crecimiento para la segunda mitad de este año. Las razones que podrían explicar un menor crecimiento apuntan a la coyuntura política de cada país, la recesión en EE.UU., Europa y China, y el descenso de los precios de los commodities, tales como el cobre y el petróleo.
Tal situación augura que los PBI de cada país crezcan sólo cerca de 2% en 2022, sintetiza Scotiabank en su último reporte semanal.
La inflación sigue siendo un problema para los países latinoamericanos. Los bancos centrales de la región han aumentado significativamente sus tasas de referencia rápidamente para hacerle frente a este problema. Es probable que la inflación siga ejerciendo presión en lo que resta del 2022 y con ello, las tasas de referencia podrían seguir subiendo.
Sin embargo, para el 2023, se espera un moderamiento de éstas, en línea con qué para ese entonces, la inflación ya habría hecho pico en varios mercados.
Economías latinoamericanas tambalean
Chile
Si bien el gobierno y el banco central mantienen expectativas positivas respecto del crecimiento del PBI, Scotiabank considera que la desaceleración se acentuará en la segunda mitad del año y tomará mayor fuerza en 2023. Las razones radican en una tasa de referencia muy contractiva, un borrador de una nueva constitución que discrepa de lineamientos promercado y el riesgo de recesión global.
Scotiabank proyecta que la economía de Chile llegue a expandirse 2.1% en el presente año; mientras que, para el 2023, se espera una caída del 0.9%. Con respecto a la inflación, se proyecta que alcance su pico en agosto (aproximadamente 14% a/a), impulsado por la depreciación del peso chileno (CLP).
Como consecuencia del mismo escenario, la tasa de referencia aumentó recientemente 75pbs, llegando a 9.75%. Las proyecciones indican que probablemente este indicador llegue entre 10.75% y 11.00% para octubre. Pero dependiendo de la inflación y la depreciación, se podría dar la posibilidad de una disminución para el 2023. Bajo dicho escenario, se esperaría una tasa de referencia de 3.50% a finales de 2023.
Colombia
La incertidumbre aumenta conforme lo hace el riesgo por recesión y hay inquietud por el futuro desempeño del mandato del primer presidente izquierdista, Gustavo Petro. Dicha preocupación se ve reflejada en la volatilidad internacional de los activos colombianos. A pesar de ello, la demanda doméstica ha resultado favorable.
No obstante, la economía colombiana en la primera mitad del 2022 se expandió un 9.3% y/y a abril. Ello se explica gracias al desempeño del consumo privado, lo cual refleja el rendimiento de los sectores vinculados; mientras que, para la segunda mitad del año, se espera una moderación del consumo y una recuperación de la inversión. Scotiabank prevé que el PBI se expanda 3.2% en el 2S22 y que resulte en un crecimiento de 6.3% para todo el año.
Sin embargo, las proyecciones estarán condicionadas a los primeros pasos del gobierno, en especial a las medidas económicas para enfrentar la crisis inflacionaria.
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México
La evaluación de Moodys indica que, gracias al manejo prudente de la macroeconomía, el país ha logrado mantener sus indicadores de deuda, sin embargo, todavía le quedan desafíos que pueden complicar la recuperación económica. Uno de ellos sería la presencia de los niveles más débiles de inversión privada desde el 2018 y otro, la presión de las cuentas públicas debido a los gastos realizados como parte de la pandemia, los subsidios, gastos en pensiones, entre otros.
Se anticipa la recuperación de la inversión gracias al nearshoring, especialmente vinculado a los proyectos de manufactura y el aumento de costos de producción en EEUU. Scotiabank proyecta que el PBI crecerá este año en 1.7% y para el 2023, 1.9%. Teniendo pocas probabilidades de crecer más de dos por ciento para los siguientes años.
Perú
A pesar de la inestabilidad del primer año de gobierno del presidente Castillo, la economía ha experimentado un crecimiento moderado. Esto se explica gracias a la capacidad de las instituciones económicas (como el BCRP y el MEF), la disposición de liquidez por parte de los consumidores por las compensaciones, transferencias y los retiros de ahorros como los fondos de pensiones. Finalmente, los altos precios de los metales han asegurado los balances macro.
No obstante, para la segunda mitad del año el régimen de Castillo enfrentará ambiente económico aún más retador, con la caída de los precios de los metales (impacto que se verá en cuentas externas y fiscales), una inflación alta a pesar de que habría hecho pico en junio, y las rápidas subidas de tasas de interés. El poder de compra se ha mantenido gracias a la recuperación del mercado laboral y de la liberación de los fondos de pensiones.
No todo es negativo, el ambiente se mantendrá bajo control mientras la conducción económica se mantenga en manos capaces. Nuestra proyección de nuestro PBI permanecerá en 2.6% para este 2022 y 2.4%, para el 2023.
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