Perú es el segundo país de la región con más migrantes venezolanos, ya que hasta el momento ingresaron alrededor 8.000.
En 2016, la percepción sobre el inmigrante venezolano era el de víctima que estaba obligado a migrar a causa de la crisis económica, social y política que estaba desencadenando el gobierno de Nicolás Maduro. Sin embargo, a medida que el número de migrantes venezolanos en Perú ha ido aumentado, van cobrando mayor protagonismo de diversas
maneras.
Pese a los desencuentros que ha originado la migración venezolana, también existen emprendedores que buscan salir adelante en Perú. Un gran ejemplo es la Empresa Polar, el principal fabricante de alimentos en Venezuela, que en la actualidad ya ha empezado a vender en el mercado peruano.
La misma suerte han corrido la “leche la campiña”, la gaseosa Frescolita o la Cerveza Polar. Del mismo modo, continúan ganando terreno en Lima, la venta del ron Santa Rosa, las famosas arepas, harinas para arepas, chocolates, galletas y otras cervezas de diferentes marcas venezolanas.
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En un reportaje hecho por CNN en febrero pasado, varios de los migrantes venezolanos coincidieron en que la venta de alimentos venezolanos es beneficioso para sus familias, ya que así – por ejemplo – sus hijos(as) “no olvidan sus raíces”. A esto, se suman historias de migración en el que principalmente se destaca que sin importar la nacionalidad, todos somos hermanos.
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