La compañía alemana de equipamiento deportivo, propiedad del grupo Kering, ha concluido el ejercicio 2013 (finalizado el pasado diciembre) con una caída del 92% en su resultado neto, hasta 5,3 millones de euros. Un año antes, la empresa obtuvo un beneficio neto de 70,2 millones de euros.
La empresa ha visto como su cuenta de resultados empeoraba en el último trimestre, cuando Puma registró unas pérdidas por valor de 115,2 millones de euros. En el mismo periodo del ejercicio precedente, la compañía obtuvo números rojos de 42,6 millones de euros.
Puma también ha cerrado el ejercicio con peores resultados en sus ventas en comparación con las obtenidas un año antes.
A nivel global, la compañía alemana ha cerrado 2013 con una caída del 8,7% en su cifra de negocio, hasta 2.985 millones de euros. En el último trimestre del año, Puma alcanzó una facturación de 698 millones de euros, un 13% menos que en el mismo periodo del ejercicio precedente.
“El 2013 ha sido un año desafiante para Puma y no hay duda de que tenemos problemas en cuestión de falta de interés por la marca, productos comerciales y distribución deseable”, ha explicado Björn Gulden, consejero de Puma.
No obstante, el directivo añadió que “el 2014 marca el principio de un cambio que vendrá marcado por la mayor inversión en comunicación que Puma ha realizado en la última década”.
La compañía alemana de indumentaria deportiva espera que una serie de contratos de alto perfil detenga este año una drástica caída en las ventas, luego de haber informado una merma en el ingreso peor a lo esperado del 13,2% en los últimos tres meses del 2013.
Puma se ubica en un distante tercer lugar en la industria de la ropa deportiva, detrás de Nike y Adidas, y el nuevo presidente ejecutivo, Bjoern Gulden, está intentando que la compañía vuelva a sus raíces deportivas con un plan que cambia el foco del ex CEO Jochen Zeitz puesto en la moda inspirada en el deporte.