El llamado proyecto Back on the Attack ha llevado Puma a entrar en pérdidas en el último trimestre de su ejercicio. La compañía registró un resultado negativo de 42,6 millones de euros, frente a los 33,1 millones de euros que ganó un año antes.
Este fuerte descenso también se refleja en el beneficio anual de Puma. En 2012, la compañía sufrió un descenso del 70% en su resultado neto, pasando de ganar 230,1 millones de euros a 70,2 millones de euros.
La facturación de Puma se incrementó ligeramente en 2012, hasta 3.270 millones de euros. En el ejercicio precedente, el grupo de equipamiento deportivo logró una cifra de negocio de 3.009 millones de euros.
El plan de transformación, que se puso en marcha en 2010, tiene como objetivo reducir la complejidad e incrementar las eficiencias operacionales de la compañía a largo plazo. No obstante, Puma ha tenido que implementar medidas adicionales para frenar la brusca caída de su beneficio.
Cabe destacar que entre las medidas de ahorro de costes que Puma ha puesto en marcha para mejorar el rendimiento financiero a corto plazo está la consolidación de almacenes, la optimización de la red de puntos de venta, la implantación de un nuevo modelo de negocio regional, la reducción de patrocinios y finalización de colaboraciones no rentables, la reducción de las colecciones y el establecimiento de divisiones de negocio, entre otras.