Puma ha comunicado el cierre de noventa establecimientos ubicados en China. Actualmente, estas tiendas no son rentables para la compañía, por lo que la empresa ha optado por cerrarlas.
Esta reducción de su red de puntos de venta en el gigante asiático se conoce tras la presentación de resultados correspondientes al año 2012. En el último trimestre de dicho ejercicio, Puma registró un resultado negativo de 42,6 millones de euros, frente a los 33,1 millones de euros que ganó la compañía un año antes.
Este fuerte descenso también se refleja en el beneficio anual de Puma. En 2012, la compañía sufrió un descenso del 70% en su resultado neto, pasando de ganar 230,1 millones de euros a 70,2 millones de euros.
El plan de reestructuración de Puma, llamado Back on the Attack, incluye medidas de ahorro de costes para mejorar el rendimiento financiero a corto plazo mediante una consolidación de almacenes, optimización de la red de puntos de venta, implantación de un nuevo modelo de negocio regional, reducción de patrocinios y finalización de colaboraciones no rentables, reducción de colecciones y el establecimiento de divisiones de negocio, entre otras medidas.
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