En todo el mundo, las medidas de distanciamiento social aplicadas para combatir la pandemia del coronavirus provocaron una alteración profunda en la vida de las personas.
A medida que el aburrimiento, la ansiedad y la incertidumbre se instalan en la rutina diaria, las personas buscan nuevas formas de ocupar el tiempo, ser productivas y estar tranquilas.
“Si bien aún no queda claro cuánto tiempo durará esta nueva normalidad, en Google, creemos que los especialistas en marketing que comprendan los cambios en el comportamiento de los consumidores estarán mejor preparados para adaptarse a ella”, comentó Marie Gulin-Merle, vicepresidenta global de marketing de anuncios de Google.
Asimismo, comentó que los consumidores que vieron afectada su situación financiera han adoptado un enfoque más conservador respecto de los gastos discrecionales, ya que se centran en las necesidades inmediatas, tanto materiales como psicológicas.
Y es que el ritmo normal de la vida cotidiana se transformó en un continuo de días con rutinas similares, con una separación difusa entre los entornos de la vida hogareña y el trabajo.
REPLANTEANDO LA COMPRA DEL SHOPPER
A su vez, la pandemia ha transformado nuestras formas de expresarnos y de consumir, ya sea contenido, productos o medios.
Estos cambios profundos respecto del modo en que las personas experimentan la vida cotidiana generaron una situación de dinamismo constante en las prioridades en cuanto a cómo, cuándo, dónde y por qué consumir.
“Los especialistas en marketing deben replantear sus estrategias: dejar atrás el marketing centrado en las necesidades de los consumidores para enfocarse en las necesidades de los consumidores en confinamiento”, indicó Marcos Aramburu, gerente de investigación en marketing de Google.
En ese sentido, el modo en que miles de millones de consumidores experimentan y satisfacen sus necesidades ha cambiado profundamente durante la primera mitad del año.