El carrito de supermercado es el motor de cualquier retailer con grandes ventas y un elemento indispensable para el comercio moderno.
En 1936, Sylvane Nathan Goldman decidió inventar un aparato que hiciese las compras más fáciles a sus clientes, ya que observaba como al cabo de un rato comprando y sosteniendo los productos entre sus brazos o en las cestas, dejaban de comprar cansados.
Entonces, se le ocurrió la genial idea de soldar unas ruedas a una silla sobre la que también soldó una de las cestas. Así nació el primer carrito de supermercado.
El aparato fue introducido en el supermercado “Humpty Dumpty”, de su propiedad, en Oklahoma City. Fue diseñado junto con el mecánico Fred Young, basándose en una silla plegable de madera.
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EL INVENTO QUE CAMBIO LA FORMA DE COMPRAR
En un inicio, el invento no tuvo demasiado éxito porque las mujeres lo encontraban poco estético y algunos hombres lo veían como una confesión de falta de fuerza.
Entonces tuvo otra idea: contrató a personas para que se pasearan por sus supermercados con el carrito de supermerdado, haciendo ver que compraban, y una señorita en la entrada del establecimiento proponía a los clientes que cogieran un carrito.
El invento fue sobre ruedas e incluso Goldman creó su propia fábrica.
Luego de ello, tuvo muchas mejoras, como la “puerta abatible” para encajar un carrito con el siguiente o la cadena que une dos carros y se libera con una moneda.
Asimismo, ideó también el asiento para chicos en la parte posterior, con la idea de que el niño, que muchas madres ya colocaban dentro del carrito, no ocupase tanto espacio y viajase con menos peligro de caerse.
El carrito de algunos supermercados se han modificado para resultar más divertidos a los niños: como semi-miniaturizados proporcionadas para que los puedan llevar cómodamente.