Las nuevas tecnologías han propiciado que el poder pase a manos de la gente debido al volumen de información diaria que recibimos.
“La realidad nos enfrenta a un consumidor multipantalla; en especial los jóvenes de entre 15 y 24 años, que son un 79% (en los adultos alcanza el 54%),” indica Francesc Costa, director general de Ipsos en España.
El especialista indica que estamos diariamente conectados a Internet y consultamos el móvil entre 80 y 100 veces; esto quiere decir que cada doce minutos aproximadamente.
“Hemos pasado de un modelo en el que una persona está manteniendo una conversación contigo a otro en el que 50 personas mantienen conversaciones fragmentadas”, sostuvo el experto durante el undécimo Congreso Nacional de Centrales de Compra y Servicios realizado en España.
Asimismo, el director de Ipsos señala en un artículo publicado en la revista Diffusion Sport que las nuevas tecnologías han propiciado que el smartphone sea el motor de la transformación de los shoppers al darle más capacidad para decidir adónde van y cómo actúan.
A ello también debemos sumar las ventajas de las apps en cuanto a este canal se refiere, destacando la instantaneidad de la información o la personalización que brindan al usuario una mejor experiencia de compra que la obtenida en la tienda física.
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Actualmente, en España hay 19 millones de usuarios activos en redes sociales a través del móvil, de los cuales, un 27% de los compradores online dice preferir realizar sus compras a través del smartphone.
Francesc Costa se refirió asimismo a otras soluciones tecnológicas que están permitiendo hacer más cómoda la vida del consumidor; y propiciando que quienes las aplican saquen partido de ello.
Por ejemplo, el Dash Button y el Dash 2.0, que permiten la reposición inmediata por parte de Amazon de un sinfín de consumibles en el hogar.
“El botón genera lealtad y puede iniciar una revolución en la forma de entender el marketing”, afirma Costa.
Además, el ejecutivo de Ipsos manifiesta que se ha pasado del shopper que compra por descarte al que sabe lo que quiere y que se frustra si no halla lo que busca.
“Nos enfrentamos a un consumidor mucho más exigente, propiciado por el propio entorno, en el que todo tiene que ser inmediato; y en el que el consumidor busca un trato individualizado pero, al mismo tiempo, que sea posible socializarlo. Y, por todo ello, está dispuesto a pagar un poco más”, finalizó.