La posibilidad de devolver la confianza a los inversionistas recae ahora en el nuevo gobernador, Michel Temer, quien juramentó ayer ante el Senado de Brasil en medio de los escándalos por la salida de Dilma Rousseff.
Con el desempleo en niveles récord (más de 11 millones de personas no cuentan con trabajo), la inflación y el déficit fiscal, la economía brasileña se contrajo este año en un 3,16%, según datos revelados por el Banco Central de Brasil, Temer tendrá que garantizar la gobernabilidad y la reconstrucción del país, pero sobre todo generar confianza en los actores internacionales.
Por otro lado, en un reciente sondeo entre presidentes financieros de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, se mostró que casi la mitad de las empresas había congelado sus inversiones y decisiones estratégicas durante el juicio político a la removida presidenta Dilma Rousseff.
Es por ello que Temer viene impulsando una agenda proempresarial con la finalidad de seducir a los inversores con sus planes para controlar la deuda pública, vender activos gubernamentales y crear un entorno más predecible para los negocios, en un intento por sacar a Brasil de la que probablemente sea su peor recesión.
Ayer, el actual gobernador, realizó un viaje a China para una cumbre bilateral, en el cual aprovechó ese espacio para encontrarse con autoridades de las primeras potencias mundiales.
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Asimismo, la perspectiva de que Temer gobierne hasta el 2018, ha favorecido nuevas inversiones en los últimos meses, incluyendo las de la automotriz Renault y el fabricante chino de paneles solares BYD Energy.
Si bien la recesión mantiene en tela de juicio el avance de la economía en Brasil, diversas empresas de manufacturas han mostrado su disposición a renovar sus instalaciones o invertir.
Para el economista de Santander Brasil, Rodolfo Margato, señaló que “la inversión en el país brasileño ofrecerá una contribución significativa para que su economía crezca un 2% el próximo año”.
Según una encuesta semanal del Banco Central de Brasil, el consenso del mercado es que el producto interno bruto de Brasil ascienda un 1,2% en el 2017.
Es sabido que el mercado brasileño es el más grande de toda América Latina, es por ello que los grandes retailers mantienen las esperanzas en que el nuevo gabinete presidencial representado por Michel Tener pueda reencaminar su economía.
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