La industria del retail en Reino Unido perdió un total neto de casi 10.000 cadenas de tiendas en 2020 a medida que más compradores trabajaban desde casa y compraban en línea.
Una investigación de PwC y Local Data Company encontró que 17.532 tiendas cerraron, ya que 7.655 abrieron, lo que supone un descenso neto de 9.877. En promedio, 48 cadenas de tiendas cerraron todos los días, mientras que 21 abrieron.
Aunque era de esperar una disminución considerable por la crisis del coronavirus, los datos confirman que la caída es la peor registrada en el Reino Unido desde que hay datos.
Asimismo informaron que la crisis se ha comportado de manera desigual según la ubicación de las tiendas en este mercado.
Los parques comerciales experimentaron un menor número de cierres netos (453) en comparación con las calles (4.690) y los centros comerciales (1.791).
El sureste y nordeste de Londres sufrieron una mayor cantidad de cierres ya que son las dos zonas de la capital británica con mayor número de tiendas.
De hecho, Londres ha sido la zona más afectada del país, con un aumento récord de 5,8% de cierres netos en 2020.
“Por primera vez hay una brecha cada vez mayor entre las distintas ubicaciones y un cambio de tendencia histórico: durante años los operadores abrieron más tiendas en las grandes ciudades en detrimento de las pequeñas localidades, pero por culpa de la pandemia la situación se ha revertido”, explicaron desde la consultora.
Por sectores, el comportamiento también ha sido desigual. Las tiendas de descuentos y los operadores de servicios esenciales tuvieron un mejor comportamiento, así como los comercios que han ofrecido comida para llevar o los talleres de reparación.
“A medida que cambian los comportamientos de los consumidores y las preferencias de ubicación, en parte como resultado de Covid-19, los minoristas se están moviendo para estar donde tienen que estar”, comentó Lisa Hooker, líder de mercados de consumo de PwC.
Lucy Stainton, jefa de ventas minoristas y asociaciones estratégicas de Local Data Company, dijo que sólo el 17% de las tiendas fueron clasificadas como esenciales y por lo tanto capaces de operar a través de los bloqueos. Mientras que otras tiendas “esenciales” optaron por cerrar temporalmente porque la afluencia local era demasiado baja.