Apuntalar carácter, estilo y perfil de una marca con una flagship store es un movimiento natural para las marcas. Más que conseguir rentabilidad económica, su objetivo reside en exhibir, representar o ser seña de identidad, precisa el Informe de Conclusiones Roizing Retail Nucleous Mayo 2019.
Tiene sentido, entonces, que los costes y el retorno se midan en base a los objetivos de marketing. Sin embargo, no siempre tienen por qué ayudar a los resultados de la marca. Los problemas a la hora de decidir si son tiendas o herramientas de comunicación y cómo imputar el gasto que suponen puede, a largo plazo, perjudicar e incluso hundir las cuentas de la empresa.
LEE TAMBIÉN: Flagship store: El formato mainstream de las grandes marcas del retail
Cada estrategia tiene su propio camino y aquí no existe correcto o incorrecto: depende del modelo de negocio que hayamos elegido. Sin embargo, algo sí está claro y siempre es válido: Poner al cliente en el centro.
¿Qué tipo de tienda necesita? Invertir en una flagship solo es necesario si el comprador lo va a interpretar como un elemento que aporta valor, si no, se convierte en pérdida. Lo mismo ocurre con las tiendas online, pensemos, por ejemplo en el caso de Primark.
¿QUÉ SIGNIFICA FLAGSHIP?
Esta metáfora usada por este formato de tiendas pertenece al vocabulario naval que significa “buque insignia” o “nave capitana”. Un buque insignia es el barco usado por el máximo cargo de un conjunto de embarcaciones militares: la más grande, la mejor armada. En resumen, la más importante de una flota. En retail, es la tienda más representativa y completa de una marca.