En general, el sector guarda un peor desempeño en el margen de utilidad (3,92% acumulado a septiembre frente a 5,15% en el acumulado en el mismo período de 2011) que en el margen bruto, que pierde al bajar de un 31,28% a 30,07%.
Según explica Juan José Ayestarán, analista de retail y consumo de Valores Security, el motivo principal sería que “las mayores liquidaciones (producto de compras menos certeras que en 2011) y mayores costos por provisiones (producto del borrón de Dicom y el consiguiente aumento en el riesgo al otorgar crédito a clientes nuevos sin historial), lo que se tradujo en márgenes brutos más acotados”.
Sin embargo, el efecto más potente vino de las operaciones argentinas de las distintas compañías (Cencosud y Falabella), las que experimentaron un importante crecimiento en los gastos de administración y ventas, producto de los altos niveles de inflación y la mayor presión de los sindicatos en aquel país.