El sector retail en el Perú viene dirigiendo la mirada a provincias y dentro de ellas el atractivo ha migrado de las grandes ciudades a aquellas que tienen de 200,000 a menos de 100,000 habitantes.
Así lo explica Leonardo García-Polo, Country Manager de Falcon Perú, consultora dedicada a facilitar el desarrollo de negociaciones en grandes clientes.
García-Polo, resaltó el atractivo de las pequeñas ciudades en el interior del Perú para los inversionistas del sector retail.
“Los lugares pequeños dan espacio para uno o dos centros comerciales, no más. Entonces, el primero que llega tiene un monopolio natural, que es mucho más rentable que un centro comercial en competencia. Eso de atractivo tiene esa estrategia, hay localidades en las que yo me posiciono y ya el segundo tiene que afinar mucho los números para ver si le conviene o no entrar”, señala García–Polo.
Otro aspecto importante que las empresas toman en cuenta es que si bien en términos económicos Lima aún concentra la mayor actividad, los índices de crecimiento de provincias han comenzado a ser porcentualmente más importantes que en Lima, lo que las hace más atractivas.
Además, a diferencia de la saturación que existe en Lima, por lo menos el 50% de las ciudades en provincia aún no cuentan con un ‘mall’.
El acceso al crédito es otro factor importante que atrae a los consumidores de ciudades pequeñas hacia los centros comerciales, ya que en los mercados o plazas de estas ciudades las transacciones suelen ser sólo en efectivo, mientras que los ‘malls’ les permiten hacer compras por montos mayores o en momentos en los que carecen de liquidez.
Por estas razones, de los 10 a 12 centros comerciales proyectados para el 2014 más de la mitad serán en provincia. Algunos de los proyectos son el Quinde Shopping Center en Moquegua e Ica. En Huánuco el Grupo Brescia tiene el proyecto La Rambla, y en Cajamarca se ha proyectado la apertura del Real Plaza.
Al ser consultado sobre los principales desafíos al desarrollar este tipo de proyectos García–Polo señala, “primero identificar terrenos atractivos y a un precio competitivo, segundo lograr convencer a los municipios para generar licencias rápidas y lo tercero es lograr posicionarse en estas localidades pequeñas que te permiten un mercado asegurado por los próximos 10 o 15 años”.
El tema de licencias es bastante variable, algunos municipios generan todo el aparato de permisos en ocho meses mientras que otros pueden demorar hasta cuatro años. Este tema es preocupante considerando un dato de la Asociación de Centros Comerciales del Perú, según el cual en 2013 se frenaron US$ 2,000 millones en inversión para la expansión de centros comerciales, lo que provocó que varios proyectos previstos para ese año fueran reprogramados para el 2014.
Para lograr una negociación más efectiva con los municipios, García–Polo sugiere a las empresas ir con una estrategia que permita el beneficio de ambas partes.
“La municipalidad definitivamente quiere un producto positivo para su comuna que es un centro comercial, pero lo que quiere es hacer un win- win, ‘yo dejo que se desarrolle pero apóyame en el ornato y ordenemos un poco las calles, construyamos puentes, cruceros peatonales, integrémoslo con las vías de transporte público, etc’. Entonces el presentarse a una comuna con una posición más constructiva debería ser la recomendación”, comenta.
Otros proyectos en desarrollo pero aún sin fecha de inauguración son los del grupo Ekimed, que tiene pensado invertir en Ancash, Piura, Tacna y Tumbes con El Quinde Shoping Center. El Grupo Interbank tiene proyectos en Ancash, Cajamarca, Cusco e Ica. MegaPlaza del Grupo Parque Arauco y Real Plaza tienen pensado llegar a Ayacucho y Moquegua, mientras que Sol Plaza del Grupo Romero tiene planeado llegar a Ancash e Ica.