Las empresas del sector retail deben transformarse, básicamente haciendo uso de las tecnologías digitales.
El sector retail se encuentra en un ciclo de profundos cambios derivados básicamente de dos fenómenos: la evolución de la demanda por parte de los consumidores y las innovaciones tecnológicas, que tienen mucho que ver con el mundo digital.
En la actualidad, los retailers están obligados a acompañar al cliente durante todo su proceso de compra y a ofrecerle una experiencia omnicanal.
La tradicional separación entre canales offline y online deja ya de tener sentido, además de sumarse a la ecuación los dispositivos móviles.
Por esa razón, los retailers deben acelerar su transformación digital para seguir el paso de la creciente demanda y expectativa de los consumidores.
Las compras online están cada vez más generalizadas, sus clientes son más expertos en tecnología y cuentan con mayores habilidades digitales para buscar, comparar precios y realizar adquisiciones.
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Debido a la coyuntura, los consumidores utilizan ya de forma habitual sus smartphones para buscar y comprar, lo que les garantiza una experiencia de compra positiva y un aumento de la satisfacción, que se traduce en una mayor fidelidad a las marcas y tiendas online.
Los retailers se encuentran en un ambiente más competitivo y deben redoblar sus esfuerzos para combatir las amenazas derivadas de las preferencias de los consumidores por las compras online.
Según una encuesta de PwC a más de 21.000 consumidores de todo el mundo, los smartphones se han convertido en la principal tecnología para realizar compras de productos online en el sector retail.
Un 24% de los consumidores encuestados emplea un teléfono móvil para comprar productos al menos una vez a la semana, por un 23% que lo hace a través de un PC y un 16% mediante una tablet.
Esto demuestra que a la fecha el smartphone se utiliza más que otros dispositivos digitales para realizar compras online.
Definitivamente, comprar no es solo un acto racional, sino también emocional, que implica deseo y placer. Por lo tanto, los minoristas deben invertir en acciones que creen valor para el cliente, lo que permita que la compra sea un momento atractivo ya sea offline u online.