El grupo francés Carrefour es el actual objetivo de la firma canadiense Alimentation Couche-Tard.
“Alimentation Couche-Tard confirma que ha remitido una oferta no vinculante a Carrefour para una absorción amistosa a un precio de 20 euros por cada acción”, decía en un comunicado el retailer canadiense, detallando que el pago sería en su gran mayoría en efectivo.
El ministro de finanzas francés, Bruno Le Maire, dijo a Reuters que el gobierno quería preservar la seguridad alimentaria y la soberanía del país.
“Tener a Carrefour siendo comprado por una empresa extranjera sería una gran dificultad para todos nosotros”, comentó.
Además, recordó que el Ejecutivo puede oponerse al estar vigente un decreto de control sobre inversiones extranjeras en Francia.
La operación sorprende por el perfil de Couche-Tard, con un modelo radicalmente distinto al de Carrefour.
Esta compañía canadiense tiene un valor bursátil de más de 26.000 millones de euros, 11.000 millones más que la empresa francesa.
Según informan medios europeos, la oferta pone sobre la mesa la situación de Carrefour, que en 2018 lanzó un plan de transformación para reducir en 2.000 millones sus costes anuales, impulsar su marca propia y apostar por supermercados y tiendas de proximidad.
Carrefour tiene el 61% de las acciones en el mercado. Su accionista individual más relevante es la familia Moulin, propietaria de Galerías La Fayette, con un 12,62%, seguida de Bernard Arnault (LVMH) con el 8,6%.
SOBRE COUCHE-TARD
Su negocio está basado en la explotación de estaciones de servicio. Tiene más de 10.000 gasolineras, la mayor parte en EE.UU. y Canadá, y casi 12.000 tiendas de conveniencia.
Couche-Tard aparece en el puesto 97 en el último ranking de los mayores retailers que elabora cada año Deloitte.
Al cierre del primer semestre del ejercicio fiscal 2021, Couche-Tard tenía una liquidez de 6.000 millones de dólares canadienses, unos 4.000 millones de euros.
Su última compra fue en noviembre del 2020, en Hong Kong, donde absorbió 340 tiendas.