Una serie de medidas están tomando las compañías de retail para hacer frente a la caída del consumo, que en julio pasado evidenció la mayor contracción de los últimos cinco años.
El denominador común que cruza las estrategias es reducir el riesgo ante el incierto escenario que se presenta, según se evidencia en las fórmulas que dos actores del sector están poniendo en práctica.
En tanto, en Falabella Chile, el mayor retailer del país, señalan que aunque sus ventas no han acusado la desaceleración de la que habla el mercado, leen los diarios y están al tanto de las cifras macroeconómicas que han publicado.
De hecho, ayer en el conference call con inversionistas, que encabezó el CEO del grupo, Sandro Solari, la firma comentó el alza de 5,5% que evidenciaron sus ventas de locales equivalentes en tiendas por departamento y mejoramiento del hogar, mientras que en supermercados éstas subieron un 7,9%, todo al primer semestre.
Analistas comentaron que si bien en la oportunidad en Falabella insistieron en que el país no estaba bien hace un año y que la situación actual no es tan mala, razón por la que mantienen el optimismo, aunque reconocieron que deben ser cautos, porque no se sabe qué ocurrirá en los próximos tres meses.
Además, la compañía controlada por las familias Solari y Del Río, explicó que las cifras de junio y julio, respondió al Mundial de Fútbol, pues la gente prefirió ver los partidos que salir de compras, por lo que, a juicio de la empresa, aún sería temprano para sacar conclusiones y que los números de agosto y septiembre serán decisivos para establecer si estamos ante una tendencia de desaceleración o sólo se trata de un bache.
En Falabella dijeron que conocen las cifras macroeconómicas recientes, pero que sus ventas no han reflejado la desaceleración de la que se habla.
Acciones en curso
Y aunque con percepciones distintas, ambas compañías están tomando medidas para hacer frente a la ralentización de la actividad y reducir el impacto de un mayor enfriamiento en la actividad.
En Hites explican que ante el cambio de comportamiento constante de sus clientes y también, a raíz de los cambios en la regulación, modificaron su propuesta de valor para el negocio de crédito y profundizaron la segmentación de sus clientes, lo que implica que han dejado de atender a ciertos segmentos que por su riesgo y/o costo no son rentables.
La compañía controlada por la familia del mismo nombre, admiten que la desaceleración en la actividad del consumo se dejó sentir en sus ventas.
“No nos sorprende y creemos que esta tendencia no va a mejorar en los siguientes meses, pero esperamos que el próximo año se reactive el consumo”, dicen.
Por contraparte, añaden, aumentaron “la intensidad en otros segmentos que sí lo son o incluso sumando segmentos que históricamente no hubiéramos abarcado en el pasado”.
Así, este rebalanceo de la cartera debería traducirse en una mejora del riesgo, producto de la estrategia mencionada, lo que a su vez les implicaría tener clientes menos riesgosos y con una deuda mayor.
“Esperamos cerrar el año con un aumento de un 10% de la cartera y que la cantidad de clientes disminuya en torno a un 5%”, dicen en la firma.
Pero esa no ha sido la única de sus medidas, también redujeron su dotación, en torno a un 10%, y han postergado algunas de las aperturas que tenían proyectadas para este año -como la tienda de Los Ángeles- con el fin de reducir las inversiones y privilegiar aquellas que generen rentabilidad en el más corto plazo.
En Falabella, por su parte, dijeron estar reduciendo sus inventarios y comprando menos para reaccionar más rápido, todo ello para reducir el riesgo, según explicó ayer la empresa sus inversionistas. El retailer además espera aumentar la productividad, especialmente, en su cadena de suministros. Ésta, dijeron, será su meta principal este semestre.
Falabella es optimista respecto del futuro de sus operaciones internacionales
Durante su conference call de ayer, el grupo Falabella abordó la situación de los países donde opera, mostrándose optimistas respecto de éstos, y no sólo en cuanto a Chile.
En lo que respecta a Perú, si bien reconocieron una canibalización de sus tiendas, en virtud de las 19 aperturas realizadas en los últimos doce meses, precisaron que mantienen el optimismo respecto de las perspectivas del país.
Indicaron que las cifras macroeconómicas peruanas son sólidas y seguirán creciendo. Además, señalaron que los locales que han abierto son parte de un plan de largo plazo y no sólo para algo cortoplacista.
Respecto de Colombia, la compañía se refirió al alza de impuestos en algunos productos, lo que afectó de forma negativa. Sin embargo, señalaron que en marzo o abril, los impuestos bajaron de una tasa de 35% a 25%, lo que beneficiará los márgenes de Ebitda de las tiendas por departamento.
Brasil
Finalmente, sobre Brasil, donde entraron el año pasado al comprar Dicico, dijeron que en 2015 esperan abrir dos tiendas, mientras siguen trabajando en su pipeline de proyectos para seguir creciendo, ya que la evolución del mercado -dijeron- no será tan negativa para Sodimac.
Añadieron en Falabella que con el equipo de Sodimac que conformaron en Brasil, están evaluando cuál será su nivel de compras internas y cuánto adquirirán fuera.