Los retailers británicos sufrieron la mayor caída de sus ventas en cuatro años luego de su salida de la Unión Europea, lo que generó cuestionamientos sobre la capacidad de los consumidores para evitar una recesión ante el impacto del “Brexit”.
Según cifras oficiales divulgadas, el último miércoles, por la Confederación de Industrias Británicas (CBI), las ventas cayeron notablemente entre el 28 de junio y el 14 de julio y los minoristas redujeron sus pedidos a los abastecedores al mayor ritmo desde la crisis financiera del 2008 y 2009.
“Es un mal comienzo”, dijo la economista Elizabeth Martins de HSBC. “Si estás esperando que el consumidor sea relativamente resistente, entonces esto no es particularmente alentador”, agregó.
Cabe precisar que la economía británica creció a un ritmo bastante sólido en el periodo previo al referendo del mes pasado sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea. Sin embargo, los economistas esperan una fuerte desaceleración, ya que las empresas y los consumidores decidieron tomar resguardos tras el sorpresivo resultado de la votación, publicó la agencia internacional Reuters.
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Ante esa coyuntura económica, se espera que el Banco de Inglaterra recorte las tasas de interés la próxima semana por primera vez desde el 2009 y el ministro de Finanzas Philip Hammond reiteró el miércoles que el Gobierno estaba dispuesto a proveer medidas de apoyo a la economía mientras atraviesa por “un periodo de ajustes”.
En tanto, la libra esterlina extendía sus pérdidas y llegó a caer a mínimos de sesión contra el dólar tras el reporte de las ventas minoristas, aunque grupos de la industria advirtieron en contra de sacar conclusiones apresuradas a partir de las primeras cifras.
El dato de la CBI representa una medición preliminar sobre la manera en que el sector minorista se ha comportado desde el inesperado resultado del referendo del 23 de junio. Sondeos publicados la semana pasada sobre los sectores de manufacturas y servicios sugirieron que la economía británica se contrae a su ritmo más veloz desde el 2009.
La confederación dijo que su índice de volumen de ventas minoristas de julio cayó a -14 desde +4 en junio, su menor nivel desde enero del 2012. Los pedidos presentados a los abastecedores bajaron a su tasa más acentuada desde marzo de 2009 y se espera que declinen rápidamente en agosto.
RETAILERS DEMANDAN APOYO DEL GOBIERNO
Cabe recordar que el mes pasado, el Consorcio Británico de Retail solicitó al gobierno británico que explique lo antes posible de cómo será el proceso de desvinculación con el bloque de la Unión Europea.
El organismo británico, que agrupa a los principales operadores del sector retail como Tesco, Asda, Sainsbury’s, Morrisons, Lidl, Aldi, Poundland, Toys ‘R’ Us e Ikea, en ese momento hizo extensiva una carta donde señalaban que en estos momentos se está viendo el inicio de un periodo de volatilidad considerable en los mercados financieros.
Los minoristas manifestaron en aquella ocasión que los efectos de la salida del Reino Unido de la Unión Europea impactarían fuertemente a sus negocios debido a que se producirán movimientos significativos en el tipo de cambio y en la confianza de los consumidores.
El gremio de retailers también indicaron que una caída prolongada del valor de la libra afectará a los costes de importación y a los precios finales, por lo que recomiendan al Gobierno británico que, en las negociaciones de salir de la Unión Europea, aseguren los beneficios comerciales del Mercado Único, como por ejemplo la ausencia de aranceles, se repliquen en el nuevo marco de relación entre el Reino Unido y la Unión Europea.
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