Fuentes de la industria aseguran que actualmente los chinos están registrando en ese país las marcas que los retailers fabrican.
Dado ello, varias firmas se han encontrado impedidas de retirar los embarques, ya que las marcas están inscritas por una tercera persona. Compañías como Falabella, Cencosud y FDV han tenido problemas relacionados con este tema.
Y es que más del 90% del vestuario que utilizamos se fabrica en China desde, lugar desde el cual los principales retailers mantienen al gigante asiático como su gran fabricante de productos.
De ahí el reconocido “Made in China”. Si bien esta leyenda fue hasta hace poco parte del día a día del comercio, hoy se ha convertido en un dolor de cabeza.
Por si fuera poco, misma situación experimentaron Mademsa y Fensa, ambas del grupo Electrolux.
“Durante 2014 tuvimos algunos inconvenientes que retrasaron los embarques de nuestras importaciones desde China. No obstante, el tema se abordó corporativamente por parte del Grupo Electrolux, de tal manera que ya se encuentra solucionado”, manifestaron fuentes de CTI Electrolux.
Aún más, trascendió que marcas como Albin Trotter, Ursus Trotter y Sindelen habrían sido también registradas en China.
“No era obligación de los retailers chilenos registrar esas marcas, puesto que no las usaban en China. Eso llevó a que los chinos se adelantaran”, destacó un ejecutivo del retail al medio chileno Economía y Negocios.
Direcon toma medidas
Desde la Direcon en Chile aseguraron estar al tanto de esta situación.
“Nos hemos reunido con una empresa afectada, la que nos manifestó que estaba ocurriendo esta situación”, señalaron en la Direcon.
Desde la entidad a cargo de la ejecución de la política de Gobierno en materia de relaciones económicas internacionales, agregaron: “al respecto hemos tomado contacto con nuestra embajada y oficina comercial en China para recabar mayor información de manera de determinar la pertinencia de tomar acciones a futuro”.
En la Cámara Chileno China de Comercio, Industria y Turismo (Chicit) dijeron desconocer la situación.
“Esto es muy raro y nos sorprende. Los retailers chilenos tienen oficinas de representación en China para que cuidan sus intereses”, dijeron.
Según explicó el socio de Silva & Cía. y director de la Asociación Chilena de Propiedad Intelectual (Achipi), Juan Pablo Silva, es sabido que en China se falsifica y se copia, pero para comercialización interna, como, por ejemplo, productos Nike, Hermès, Louis Vuitton, etc.
“Existe un mercado paralelo de copia que es lo tradicional. Sin embargo, ahora esto va más allá y está difícil hacer negocios con China desde el punto de vista de la propiedad intelectual”, destacó.
Añadió que independiente de lo que les ocurra a las multinacionales o a las tiendas de alta gama, hoy se está viendo afectado el empresario mediano que no tiene marcas de renombre internacional y que requiere de China solo para fabricar sus productos.
“El tema ya no pasa por el pirateo de la cartera Gucci, sino por el daño que se les produce a empresarios medianos”.
Además agregó que el chino tiene muy bien identificado al fabricante y lo que hace es registrar esa marca y le impide al fabricante sacar el producto.
De hecho, si en 2013 se inscribieron cinco millones de marcas/clase a nivel mundial, 1,8 millones fue en el gigante asiático.
“Ahora, cada empresario debe darse cuenta de que si va a hacer algo en China, deber partir por la marca. Se debe tener la precaución de resguardarse”, subrayó el experto.
Actualmente, aseguraron fuentes conocedoras, incluso habría tiendas con sus embarques retenidos por este tema.
Así, todos los retailers están cautos, inscribiendo sus marcas. Realizar este trámite cuesta en torno a los US$ 2 mil renovable cada diez años.
Desde el sector retail precisaron que las opciones para enfrentar el problema es pagarle a quien inscribió la marca para que libere el embarque; lograr negociar para que venda la marca o seguir acciones judiciales.
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