Hoy en día, los espacios urbanos o las zonas de flujo peatonal no son sólo las calles y centros comerciales. Las estaciones (tren y metro) y los aeropuertos son también puntos neurálgicos para la circulación y el vaivén de gente, y ahí es donde los retailers han ido a buscar a sus clientes potenciales.
Para dinamizar estos nuevos espacios comerciales, también conocido con el nombre de ‘travel retail‘, las marcas han apostado por practicar las tendencias actuales en el sector del consumo e industria del retail. Así, los retailers han elegido por la digitalización de las tiendas, la personalización de la oferta y la puesta en marcha de experiencias de compra memorables.
Cada punto de venta dentro de un aeropuerto o una zona en la que circulan viajeros-consumidores se enfrenta al desafío de atraerlos. Un indicador clave para medir si las estrategias de marketing funcionan es el ratio de penetración que indica el número que ingresa a la tienda respecto al total que ha pasado por delante.
Por ese motivo, los retailers están apostando por este nuevo canal, integrándolo en sus planes de expansión y desarrollo de negocio, el cual está alcanzando cada vez un mayor peso dentro del sector retail.
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¿CÓMO DESARROLLLAN SUS ESTRATEGIAS EN LOS AEROPUERTOS?
En los aeropuertos, los datos sobre consumo están cruzados con los datos que provienen del check-in. Una fuente de información que es capaz de decirnos de dónde proceden los clientes potenciales que están dentro del aeropuerto y que se están paseando por la zona de travel retail, el objetivo de su presencia (por placer o negocios), sus destinos, etc.
Así, los retailers ponen en marcha estrategias que juegan sobre la inmediatez del cambio adaptándose todo el rato al tipo de consumidor que se encuentra en cada momento en la zona de travel retail.
Entre otras variaciones, las diferencias culturales influyen sobre sus comportamientos de shopping. Por ejemplo, las brasileñas son atraídas por las vendedoras que vaporizan diferentes perfumes sobre ellas y en cambio los chinos prefieren, en el caso de los perfumes, que puedan olerlos a través de cartoncitos.
Otro ejemplo a destacar es que la compañía aérea Lufthansa pone a disposición de los clientes unas tablets a través de las cuales los pasajeros pueden ir de shopping de forma virtual mientras esperan sentados en un área de reposo del aeropuerto de Frankfurt. Al comprar, los pasajeros esperan un máximo de treinta minutos a que una azafata o un trabajador del aeropuerto entreguen sus compras.
En Londres, el aeropuerto de Heathrow, conectado al centro de la ciudad vía la red de metro metropolitana, desafía a los grandes ejes comerciales de la capital británica como Picadilly Circus, Bond Street o Regent Street.
En el aeropuerto de Londres, los comercios presentes en esta zona de travel retail se han organizado para prestar el servicio de 38 personal shoppers. Los clientes interesados en contratar el servicio de un asistente personal de shopping pueden hacer sus reservas vía online especificando el dinero que se quieren gastar, su tiempo de disponibilidad y el tipo de productos que quieren comprar.
En ese sentido, los aeropuertos son los que se han convertido para las marcas en un espacio importante pues cada vez hay un mayor tráfico de gente contribuyendo a que la experiencia del pasajero sea lo más satisfactoria posible.