La idea es que la tienda se vea como cualquiera del mundo.
El atractivo de la marca de Zara se centra en tres pilares: productos de moda; sensación de escasez y la inversión en merchandising.
Es decir, invertir en buenas ubicaciones y la creación de tiendas bonitas y agradables, que ofrecen productos de la última tendencia de la moda.
Debido a la rápida producción y logística de la firma española, un producto puede comercializarse sólo unos pocos días y no volver nunca más a los estantes, creando así una sensación de escasez y oportunidad.
Asimismo, al igual que el visual que es el mismo para todos los establecimientos del mundo, la música es el mismo para todas las tiendas que existen en el mundo.
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