Actualmente, el shopper del presente es un consumidor multicanal y las marcas tienen que estar a la altura de sus necesidades y de sus expectativas. Los compradores quieren que la marca sea igual en todos los escenarios y que les ofrezca las mismas soluciones y los mismos estándares de calidad en todos los espacios.
Para los potenciales clientes, ya no hay una diferencia entre comprar online o comprar offline. Escogen lo que les resulta más cómodo y conveniente en cada momento y las marcas tienen que aprender a cumplir con esas expectativas, señala una nota publicada en la web Puro Marketing.
De ahí que cada vez sea más importante contar con una buena estrategia móvil. Un estudio señala, de hecho, que las marcas tienen que mejorar lo que están haciendo en este terreno (un 70% de los compradores piensa que lo podrían hacer mejor).
Los consumidores están empezando a confiar cada vez más en el m-commerce, pero es que además el smartphone se ha convertido en un compañero siempre presente en los procesos de compra. Ahora se compra con el móvil en la mano y la información que se obtiene por esta vía completa la que se consigue en la propia tienda física.
EL CONSUMIDOR MULTICANAL
Y si los consumidores no están quedándose con una o con otra y están conviviendo con los dos métodos de compra, las marcas tendrán que modificar su punto de enfoque y ver las cosas de una manera diferente.
Los consumidores quieren, en definitiva, saltar por las diferentes opciones que ofrecen las marcas, usando las que en cada momento le convengan y haciéndolo además de una forma continuada.
Lo que se empieza en el móvil o en la tienda puede acabar en cualquier otro escenario, donde se cerrará la venta. Las marcas tendrán que estar a la altura y dejar de ver la realidad de las compras como un escenario en el que una opción anula a la otra y comprender que en realidad conviven y se complementan.
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¿POR QUÉ COMPRAN EN UN ESPACIO Y NO EN OTRO?
Según los datos del Observatorio Cetelem, los consumidores se acaban inclinando por comprar en internet cuando el precio entra en juego (un 72% de los compradores online pone al precio como un factor decisivo) y cuando el proceso de compra es sencillo (39%). Se suma el que la transacción sea segura, la disposición de internet, más formas de pago o mayor conocimiento de la empresa.
“Los consumidores quieren aprovechar las ventajas que les ofrecen ambas posibilidades”, explican los resultados de dicha investigación.