El consumidor actual desea buscar espacios en donde esté libre de responsabilidades, como cuando era niño. El retrobrading, marketing de nostalgia o de regresión, tiene como objetivo establecer de nuevo la conexión con las emociones de la infancia, así lo detalló Cristina Quiñones, directora de Consumer Truth.
Por ello, marcas como Field, D’onofrio y Milkito se encuentran en la búsqueda de “recuperar la esencia de lo simple”. Por ejemplo, mientras que en décadas pasadas los jóvenes se conformaban con establecer una charla en un parque o dar un paseo, hoy en día, los adolescentes sienten la necesidad de sentirse bien a través de productos tecnológicos, como un iPod o smartphone. Producto de esto, existe la nostalgia de la antigua simpleza.
Cristina Quiñones indicó que la nostalgia es un valor generacional que acciona una serie de insights: La recuperación de la simpleza es un mundo lleno de complejidad, o del ocio en medio de tanta exigencia por mayor productividad.
Debido a esto, campañas como Ponte Filin buscan atraer y mantener al consumidor a través de emociones que se producen al recordar su adolescencia o niñez. Esto, resulta en una conexión mayor con el producto.
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