Recordemos que Revlon solicitó la protección del capítulo 11 de la ley de bancarrota de Estados Unidos. La semana pasada, en Perú Retail adelantamos la afamada compañía de cosméticos se declaró en quiebra al no poder hacer frente a sus deudas.
En tanto, Revlon se vio obligado a presentar un concurso de acreedores en un tribunal de quiebras de Nueva York para reorganizar su deuda, de unos 3.500 millones de dólares, bajo el denominado capítulo 11, y poder seguir operando.
Ahora, la información más reciente sobre el asunto es que la empresa de cosméticos recibió la aprobación de la corte de bancarrotas para pedir prestado US$ 375 millones.
Dicho fondo se utilizará para apuntalar los problemas en la cadena de suministro que sufre la marca y que pondrían en peligro las ventas del fabricante de cosméticos durante la temporada navideña.
Del monto total, US$ 300 millones se emplearán en operaciones cotidianas y US$ 75 para pagar deudas a subsidiarias extranjeras que no forman parte de la quiebra en Estados Unidos.
Revlon espera recibir un total de US$ 575 millones en financiación para su caso de bancarrota. Los restantes US$ 200 millones los solicitará en otra audiencia ante el tribunal prevista para julio.
Cabe destacar que el juez de quiebras de Estados Unidos, David Jones, fue quien aprobó el préstamo de bancarrota propuesto por Revlon de forma provisional, tras el testimonio de que la compañía disponía de solo US$ 6 millones en efectivo y las dificultades que afrontaba para cumplir con los pedidos de los clientes minoristas.
Robert Caruso, jefe de la oficina de reestructuración de la deuda, explicó al juez Jones que la empresa actualmente podía cumplir con el 70% de los pedidos sin retrasos o cancelaciones, comparado con el 90-95% habitual en esta industria.
“Si no somos capaces de conseguir dinero, restaurar nuestra cadena de suministra y servir a nuestros clientes, causaremos mucho daño al negocio”, advirtió Caruso.
No obstante, lo acreedores junior de Revlon y el organismo de control de quiebras del Departamento de Justicia de EE.UU. expresaron su preocupación por algunos de los términos de ese préstamo, centrándose en las tarifas pagadas a los prestamistas y el potencial para reordenar la prioridad en la que se pagaría a los prestamistas de la empresa.
En tanto, el juez Jones aplazó posibles peleas sobre los términos del préstamo y dijo que permitiría que los acreedores menores presentaran objeciones antes de dar la aprobación final al préstamo. Jones dijo que él también hubiera preferido un salvavidas “mejor y menos problemático” para Revlon, pero estaba convencido de que el préstamo propuesto era la mejor opción disponible para la empresa.